Han pasado 100 años desde los planteamientos del Padre de la Patria Andaluza. Y, pese a que todo ha cambiado bastante, el Pueblo Andaluz sigue sin controlar la ‘Tierra’.
Hoy el equivalente a la ‘Tierra’ para las jornaleras y jornaleros andaluces es la ‘Actividad Económica’ para la población andaluza.
Pese al surgir de empresas andaluzas de cierta envergadura, especialmente ligadas al sector agroalimentario y muchas veces desde el cooperativismo, las mayores empresas que explotan los recursos andaluces no son de titularidad andaluza y pagan sus tributos fuera de Andalucía.
De este modo, el motor económico Andaluz no contribuye al Desarrollo del Pueblo Andaluz, sino al de otros territorios.
Esa es nuestra realidad.
En Andalucía, disponemos de grandes urbanizaciones macroturisticas con enormes campos de golf y veleros aparcados en la puerta de la casa, construidas por empresas de Madrid, con carreteras ejecutadas por empresas de Madrid, con enormes Hoteles de titularidad no andaluza, con prestigiosos tour-operadores foráneos y con muchos de los servicios de abastecimiento canalizados a través de estructuras de suministro centralizadas en Madrid. Todo ello, financiado con el capital de los grandes bancos catalanes, vascos o madrileños.
¿Queda algo para las andaluzas y andaluces?
Sí, quedan los puestos de trabajo, normalmente caracterizados por su temporalidad. Poca recompensa si se contempla el global de las cifras millonarias que todas estas empresas mueven, y su cuenta de beneficios a final de año.
Este ejemplo, centrado en el sector turístico, es extensivo a muchos otros sectores de la economía andaluza. Podríamos hablar de las macrocadenas alimentarias foráneas fijando el precio por los suelos a los agricultores y cooperativistas de Andalucía.
El Andalucismo necesita partidos dispuestos a ‘cambiar’ este sistema. Preparados para acometer un cambio real.
Está claro que a los partidos centralistas, a los partidos con sede en Madrid, no les interesa este cambio.
Pero precisamente ahí radica la fuerza del mensaje de Blas Infante, que después de 100 años está más vivo que nunca.
Andalucía no se desarrollará mientras no autogestione sus recursos.
No hablo de comunismo. Ni tan siquiera de socialismo.
Hablo simplemente de ‘lógica’.
¿Qué Pueblo próspera si casi no obtiene beneficio alguno de los negocios que se dan en su territorio?
Los partidos ‘andalucistas’ dispuestos a cambiar el sino de Andalucía, una Nacionalidad Histórica como el País Vasco, Cataluña o Galicia, no pueden limitarse a acoplarse en un sistema injusto, que colapsa las oportunidades de desarrollo de nuestro Pueblo, y en el que cada cierto tiempo afloran casos de corrupción.
Pese a la complejidad del asunto, el Proyecto Andalucista Moderno debe tener altura de miras, precisamente para fijar el objetivo de cambiar este sistema rancio y manipulador, por otro cuyos beneficios sí favorezcan y repercutan en la mejora de la calidad de vida de las andaluzas y andaluces.
Como primer pilar de este proyecto debe estar siempre en primera línea la Transparencia. Cada inversión, cada movimiento de dinero público, abierto con claridad (porque no todas las andaluzas y andaluces saben manejarse con listados de cuentas contables) al Pueblo, para que quede constancia de ‘a dónde van los dineros’.
Como segundo pilar, devolver el ‘control de la Tierra’ al Pueblo Andaluz.
No hablo de una revolución. Ya no estamos en esa época de Bastilla y guillotinas.
Es simple. La creación de empleo no sirve como único parámetro para evaluar la idoneidad de un proyecto en Andalucía.
Cada proyecto no será rentable si los beneficios del mismo no se proyectan hacia el Desarrollo de la Población Andaluza.
Seamos claros. En el ejemplo del tejido turístico anteriormente comentado. Para crear puestos de trabajo de personal auxiliar para el turismo: camareros, limpiadoras, etc, no necesitamos que vengan esas macroempresas foráneas a explotar nuestros recursos.
Nosotros mismos podemos crear ese tejido empresarial. Con una buena formación y una razonable financiación. Todo gestionado desde empresas y capital Andaluz. Todo de un modo mucho más sostenible.
¿Hablamos de poner ‘veto’ a esas empresas foráneas?
Pues sí, si lo único que pretenden es explotar los recursos andaluces sin contribuir al Desarrollo Andaluz.
Como tercer pilar, un Proyecto Político Andalucista Moderno debe equilibrar la Balanza del Desarrollo en cada rincón de nuestra Andalucía, potenciando las oportunidades que cada población ofrece, o creando dichas oportunidades en base a un Plan de Desarrollo orquestado.
Sólo se pueden crear vínculos de unión fuertes entre andaluzas y andaluces si se acaba con esas ‘históricas’ rencillas que tan hábilmente, ciertas políticas y políticos, han sembrado con la defensa a ultranza de localismos que, sin embargo, pierden toda su fuerza cuando cruzan el umbral de su ciudad para intentar enfrentarse a retos de mayor envergadura.
Esos retos mayores sólo pueden ser acometidos por una Andalucía unida, por una Andalucía fuerte, con vínculos duraderos y justificados, nada artificiales.
Pero claro, todo este cuento de la lechera pasa por un pilar cero.
Es el pilar fundamental.
Esos partidos políticos ‘andalucistas’ modernos deben conseguir vencer los obstáculos de la desinformación y la incoherencia.
Los grandes medios de comunicación pertenecen a los grandes partidos.
Sólo tenéis que entrar en el buscador de internet, y buscar noticias relacionadas con ‘Andalucía’.
La inmensa mayoría son noticias orquestadas y divulgadas por los grandes partidos, a través de sus diferentes medios de comunicación, lógicamente ensalzando su gestión y sus actuaciones diversas.
Todos esos medios se vuelven como ‘perro de presa’ cuando los partidos andalucistas enseñan su patita.
O simplemente los ocultan con una sutil capa de olvido. Porque, ‘Corazón que no ve, corazón que no siente’.
Porque en una sociedad, como la actual, basada en la información, no se acepta lo que no se conoce, porque simplemente no se tiene información al respecto.
Si además eres ‘bombardeado’ continuamente por mensajes mediáticos interesados y partidistas, la manipulación mental está servida.
De manera que la andaluza o el andaluz simplemente está desconectado del Proyecto Andalucista.
Así, ese pilar cero, esa base para cambiar realmente Andalucía, pasa por recuperar esa conexión ente el Pueblo Andaluz y el Proyecto Político Andalucista.
Sólo de este modo se puede potenciar el Desarrollo de esas soluciones tan necesarias sustentadas en una confirmación de la Soberanía Andaluza para regir su propio futuro.
Y si es importante la ‘Información’ y ‘Divulgación’ del Proyecto, no menos importante es la Coherencia.
El Andalucismo no se puede permitir socavar su objetivo principal por el mero hecho de ir ocupando pequeñas posiciones de poder, los famosos ‘sillones’.
Podemos pensar, que sin ‘sillones’ no hay Poder. Pero la fuerza de las acciones y pactos bien diseñados no necesariamente requieren ocupar esos sillones.
En otras palabras, un buen pacto para el Pueblo Andaluz desde fuera de esos sillones, vale mucho más que ocuparlos para convertirte en ‘muleta’ de las políticas de los partidos centralistas, acoplándote de este modo a un sistema que, como ya he argumentado, para nada está diseñado para el Desarrollo del Pueblo Andaluz.
El Andalucismo sólo crecerá si da muestras reales de su intención de cambiar el ‘sistema encorsetado’ de la Economía Andaluza.
Una camisa de fuerza que no deja crecer a las empresas y cooperativas andaluzas por la injusta competencia de las grandes empresas foráneas que acaparan los principales contratos en terreno andaluz.
Una camisa de fuerza que ahoga a una mano de obra barata que requiere Planes de Empleo adecuados para la creación de ocupaciones estables y cualificadas. Porque en definitiva, ese tipo de empleo es parte fundamental que repercute en una mejor calidad de vida para las andaluzas y andaluces.
Aún debe existir un cuarto y último pilar.
Se trata de un Sistema de Financiación y de Control fiscal Andaluz, donde, a través de sus propios impuestos, como ocurre con el modelo vasco y navarro, y como debería ser en una Autonomía real, se logre la conversión a servicios públicos de calidad en lo que se refiere a Sanidad, Educación, Dependencia Andaluzas y a otros servicios adicionales.
Luego, estás son las bases que el Andalucismo Político Moderno debe implementar si verdaderamente pretende un cambio en la Sociedad Andaluza, si realmente persigue este cambio como fin principal, y no busca cuotas de un Poder más mundano, que únicamente le permitan comerse su trocito del pastel, tal y como hacen el resto de invitados a la mesa de Andalucía