Autor: Francisco José Cansino Díaz.
El actual Estatuto de Autonomía fue sometido a revisión en 2006, siendo la propuesta aprobada por referéndum el 18 de febrero de 2007, y posteriormente sancionada por la Ley Orgánica 2/2007 de 19 de marzo, de reforma del Estatuto.
El resultado del referéndum fue de un 87,45% a favor de la reforma, con una participación baja, tan solo de un 36,28% del electorado andaluz. Ha sido la participación más baja de los referéndums autonómicos que se han celebrado en Andalucía.
Previamente, la reforma del Estatuto de Autonomía propuesta había sido aprobada en el Parlamento Andaluz, como hemos comentado, con los votos a favor de PSOE y de IU LV-CA frente a los votos en contra de PP y de PA. 67 votos a favor frente a 41 votos en contra.
Pilar González Modino, del Grupo parlamentario Andalucista, criticó la definición de Andalucía aportada por el preámbulo de la proposición: “La identidad de los andaluces y de las andaluzas, en este período de nuestra historia, es, precisamente, el querer ser iguales. Lo específico de Andalucía, lo que nos diferencia de otros, es querer ser iguales a otros. Hace 26 años, ese querer ser iguales era ser definidos como Nacionalidad; hoy, ese querer ser iguales significa ser Nación”
De este modo, el nuevo Estatuto no satisfacía al Nacionalismo Andaluz. Una Reforma de Estatuto de Autonomía demasiado pobre bajo el prisma Andalucista.
Pero es que ni tan siquiera este Estatuto, con sus limitaciones, hemos sido capaces de desarrollar.
Nuestras políticas y políticos, en casi 20 años desde su aprobación, no han puesto en práctica las líneas maestras de nuestro Estatuto de Autonomía. ¿Cómo no han podido cumplir la máxima Ley Andaluza?
Nuestro Estatuto, tras la Constitución Española (máxima ley en el Estado Español), es la máxima Ley en Andalucía, la máxima ley de la Nación Andaluza, la máxima Ley Autonómica.
No os debe extrañar que hablemos de Andalucía en términos de ‘Nación’. Las andaluzas y andaluces se deben acostumbrar a escuchar hablar de la ‘Nación Andaluza’, como escuchamos todos los días en los telediarios nacionales los términos de ‘País Catalán’, ‘País Vasco’ o incluso ‘País Gallego’, aunque éste en menor medida.
Debe quedar claro que Andalucía es una Nación integrada en el Estado Español, reconocida como Nacionalidad Histórica en nuestro Estatuto de Autonomía, que fue aprobado por el Parlamento Andaluz, pero también por el Congreso de los Diputados y el Senado en Madrid.
Partiendo de esa premisa, en el presente artículo pretendemos analizar ciertos puntos primordiales que para garantizar el bienestar del Pueblo Andaluz fueron comprendidos en dicho Estatuto de Autonomía, y que, como comentamos, la Política Andaluza no ha sabido o no ha querido desarrollar en todos estos años.
Nuestro Estatuto es muy amplio, comprendiendo aspectos concretos como su financiación, la formación de una Policía Andaluza, y otros aspectos de interés, que iremos desarrollando en otros artículos.
Entrando en detalle, en su artículo 10, nuestro Estatuto de Andalucía contempla los siguientes puntos:
“1. La Comunidad Autónoma de Andalucía promoverá las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; removerá los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y fomentará la calidad de la democracia facilitando la participación de todos los andaluces en la vida política, económica, cultural y social. A tales efectos, adoptará todas las medidas de acción positiva que resulten necesarias.”
¿Pensáis que se ha conseguido este punto? ¿se ha favorecido la calidad de la democracia en Andalucía? ¿Las andaluzas y andaluces participamos activamente en la vida política, económica, cultural y social? ¿O nos limitamos a soltar la papeletita en la urna cada cuatro años, porque entre otras cosas, en lo demás, ni pinchamos, ni cortamos, porque así es como se dispone?
¿No creéis que más que la participación se ha promovido el desapego y la desilusión ante un sistema político que no pocos piensan que está viciado y corrupto, independientemente de siglas, pese a la buena labor de una parte de esas políticas y políticos?
Un ejemplo. Si te paseas por las redes sociales, ¿en cuántos grupos se prohíbe hablar de política? ¿es acaso la política mala, o la hemos hecho mala?
“2. La Comunidad Autónoma propiciará la efectiva igualdad del hombre y de la mujer andaluces, promoviendo la democracia paritaria y la plena incorporación de aquélla en la vida social, superando cualquier discriminación laboral, cultural, económica, política o social.”
¿De verdad hemos superado la discriminación hacia la mujer?
Violencia de género, diferencia salarial, falta de posicionamiento en puestos de dirección o de responsabilidad, desempleabilidad y paro…¿seguimos?
La tasa de paro femenino se situó en 2022 en el 21.97%, de cada 100 mujeres activas, casi 22 no disponían de empleo, mientras que la tasa masculina fue de 16.45%. Ambas cifras malas en Andalucía, pero con marcada diferencia para la mujer.
No, no se ha superado. La discriminación permanece, se va venciendo progresivamente, fundamentalmente por la acción de las propias mujeres, pero cuesta dejarla atrás.
“3. Para todo ello, la Comunidad Autónoma, en defensa del interés general, ejercerá sus poderes con los siguientes objetivos básicos:”
Vamos a ver esos objetivos básicos. Sí, si, ‘básicos’. Es decir, que constituyen, o deben constituir, la base de nuestra Autonomía según nuestro propio Estatuto.
“1.º La consecución del pleno empleo estable y de calidad en todos los sectores de la producción, con singular incidencia en la salvaguarda de la seguridad y salud laboral, la conciliación de la vida familiar y laboral y la especial garantía de puestos de trabajo para las mujeres y las jóvenes generaciones de andaluces.”
¿Hablamos del interminable problema del paro? Ninguno de los gobiernos que hemos tenido ha sido capaz de dar solución a este grave problema estructural.
Partamos de que esa solución no es sencilla. Y sobre todo no es sencilla cuando como única opción se contempla la atracción de inversores foráneos. Si os fijáis en el discurso del actual gobierno de la Junta de Andalucía es idéntico al de los anteriores gobernantes. PP-A y PSOE-A unidos en un mismo mensaje de fondo, atracción de empresas externas para que inviertan en Andalucía.
Veréis, a estas alturas, todos sabemos que nadie da ‘duros’ a ‘pesetas’, o ‘euros’ por ‘centimos’.
La empresa que acude a Andalucía no lo hace en plan ONG, para ayudar a las ‘pobrecitas’ andaluzas y andaluces que no tienen donde poder trabajar. La empresa que viene a Andalucía lo hace movida por una oportunidad de negocio que supone desembolsar un capital que para obtener rendimiento tendrá que recuperar con creces. Así funciona el mercado, ya lo sabemos.
Pero además, con el añadido de que esa empresa fiscalizará donde mejores condiciones obtenga, hablando en plata, donde menos tributos tenga que pagar, aunque sea fuera de Andalucía (normalmente la sede fiscal es Madrid, Cataluña o País Vasco).
Por otro lado, no compartirá su Know-How (el saber cómo se hacen los procesos productivos) con las andaluzas y andaluces, puesto que ello le libera de competencias indeseadas y lógicamente, si surge la oportunidad de traslado a un lugar más rentable, dejará su planta de Andalucía y adiós muy buenas, sin devolver ni un solo euro de las fructíferas subvenciones que suelen recoger este tipo de empresas.
Eso sí. Estas empresas ‘venden’ mucho, políticamente hablando, y permiten crear cierto número de puestos de trabajos que valen su peso en oro, en cuanto a rédito electoral concierne.
Pero este camino nunca llevará a la consecución del pleno empleo. Llevamos más de 40 años buscando la solución de esta forma. Y la solución no llega.
¿Y si se cambia la filosofía de trabajo?
Sin duda el arranque será más progresivo, pero supondrá poner las bases de una solución real a este problema estructural tan perenne en la sociedad andaluza.
Qué tal si apostamos por el desarrollo de un tejido propio de calidad, asociado al avance de nuestro propio I+D+i, con el aprendizaje de un Know-How andaluz, cimentado en nuestras universidades, generado y conformado por nuestras propias gentes, que potenciará el crecimiento de empresas y cooperativas andaluzas que sí fiscalizarán aquí, contribuyendo al desarrollo de nuestra sociedad andaluza.
Empresas y cooperativas sustentadas en un mercado inicial de más de 8.500.000 de consumidores potenciales, que no son otros que los que conforman nuestra población, la población andaluza.
Esto sí sería un reto. Habría que ser muy buen director de orquesta, demostrando un enorme talante político y liderazgo, y disponer de un equipo de trabajo comprometido y con buena formación multidisciplinar, para de verdad generar esta solución a partir de la conjunción de los sectores público y privado, sin que ello suponga desmantelar a uno de ellos para vestir al otro, como por desgracia parece haber estado ocurriendo desde hace años, y ahora con mucha mayor relevancia si cabe, con las políticas neoliberales desplegadas desde la Junta de Andalucía.
Por cierto, el desarrollo de las fuentes de financiación andaluzas, deberá darse en paralelo a ese desarrollo de nuestro tejido productivo, y no todas tendrían por qué ser de carácter privado, no seríamos el único lugar de Europa con una banca pública.
“2.º El acceso de todos los andaluces a una educación permanente y de calidad que les permita su realización personal y social.”
¿Quién puede pagarse una educación privada en una sociedad andaluza con las rentas medias más bajas de toda Europa? ¿Es mejor la enseñanza privada que la enseñanza pública? ¿por qué? ¿por qué muchas familias prefieren la enseñanza privada?
Y sobre todo, ¿por qué la Educación tiene que ser un negocio?

Cada uno es libre de formarse donde mejor crea. En una democracia no se puede negar que quien quiera pagar por su formación lo haga. Desde la educación pública se debe facilitar la formación general para todas y todos los ciudadanos. Pero sin embargo, desde los entes públicos, con el dinero público, no se puede promocionar lo privado, sino que se debe apostar por una Educación Pública de Excelencia. Por ello, esto no concuerda con políticas que supongan cierre de líneas públicas y destinar fondos públicos a la educación privada.
Sin duda, algo falla cuando esto ocurre. Desde lo público no se puede desmantelar lo público para potenciar lo privado. Es algo ‘contra natura’. Pero, sin embargo, ocurre.
La pregunta es, ¿no se deberían mantener esas líneas públicas abiertas para disminuir la ratio en los centros educativos (la ratio es la relación de alumnas y alumnos por maestra o maestro) y contratar los servicios estrictamente necesarios de la educación privada, en lugar de aumentar las líneas de educación concertada?
No olvidemos que lo público es de todos, lo privado, no. Y porque es de todos, debemos también cuidarlo entre todos, porque nada nos da derecho a destruirlo, privando a los demás de su disfrute.
“3.º El afianzamiento de la conciencia de identidad y de la cultura andaluza a través del conocimiento, investigación y difusión del patrimonio histórico, antropológico y lingüístico.”
¿Qué es la identidad? Quizá sea lo primero que deberíamos tener claro.
Según la definición que aparece en el diccionario de la RAE, ‘identidad’ es el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.
¿Cuáles son esos rasgos propios de las andaluzas y andaluces? ¿los tenéis claros? ¿sabéis en qué somos diferentes del resto de Pueblos del Estado Español?
El andaluz reacciona con sorpresa o malestar a las noticias de los ‘adoctrinamientos’ nacionalistas en otras autonomías, pero no se extraña de que en sus libros de textos hayan sido eliminados de un plumazo unos 800 años de Historia Andaluza, sólo porque en esa época, el esplendor llegó de la mano de otra religión, o que en esos libros ni tan siquiera se mencionen los sucesos de la Rebelión Cantonal de la Primera República con una participación activa de los municipios andaluces buscando un Estado Federado .
Por otro lado, ¿por qué lo vasco es vasco, lo gallego es gallego, lo catalán es catalán y lo andaluz es español? ¿No os llama la atención esa identificación con lo español que anula lo andaluz?
¿Por qué lo andaluz debe ser absorbido por lo español, cuando lo andaluz tiene su esencia propia? ¿por qué ese conformismo de las andaluzas y andaluces con que se obvie lo que de por sí es identitario para ellos mismos?
En la misma línea, ¿a quién se le puede ocurrir ‘hormigonar’ los restos de la aún misteriosa Tartesos como se pretendía hacer en Huelva con los restos del puerto tartésico encontrado , cuando deberíamos estar volcados en su investigación y preservación ante la aparición de cualquier indicio de nuestros orígenes andaluces milenarios?
Sin duda, nuestra identidad ha sido condicionada durante demasiado tiempo, coartando nuestra formación e incluso nuestra Historia.
Otro asunto es la continua crítica hacia nuestro modo de hablar. No hablamos un ‘mal Castellano’, hablamos un ‘correcto Andalûh’. Además un Andalûh muy rico en acentos y diversidad. Nuestro Andalûh comprende multitud de palabras que el Castellano ni conoce, pero que las andaluzas y andaluces empleamos en nuestro día a día sin percatarnos de ello.
¿Sabíais que se han encontrado textos escritos en la lengua madre del Andalûh que son más antiguos que los primeros textos escritos en castellano? ¿a cuántos andaluces ha llegado esto? ¿nos importan estas cosas ahora que parece estar tan de moda ese sentimiento andaluz?
Nuestra identidad ha sido manipulada, reducida, coartada… Una identidad que se ha centrado en nuestros diferentes festejos, nuestra rica gastronomía, algunos adornos culturales, y poco más, con la absoluta permisividad de las fuerzas partidistas que han dirigido las políticas de nuestra propia Autonomía.

Por cierto, sobre las ideas de Blas Infante habría que hablar largo y tendido, porque es otro tema que continuamente es manipulado y utilizado por intereses partidistas varios. Nos quedan sus escritos para comprobar lo que él verdaderamente defendía.
“4.º La defensa, promoción, estudio y prestigio de la modalidad lingüística andaluza en todas sus variedades.”
Esta defensa que se debería haber liderado desde la Junta de Andalucía, ha sido desarrollada, sin embargo, ante la total pasividad de ésta, por un conjunto de lingüistas que desde su formación y su inquietud han constatado que el Andalûh es algo más que un dialecto o habla. Es algo más que un acento. Es una lengua con identidad propia, y así debería haber sido cultivada, con esmero cuidado de todas sus variantes y acentos, extendidos a lo largo del territorio andaluz.
Por eço oy podemô êccribîh nuêttro andalûh, y no preçiçamente graçiâ a la Âmminîttraçión Andaluça ni a çû Gobiênnô.
Hay que hablar andalûh, en la televisión, en el cine, en la radio,…y si no se nos entiende, que se nos traduzca. Y a nuestros periodistas, actores, intelectuales, ciéntificos, políticos, no les debe dar vergüenza hablar con su lengua andaluza, con su acento natal, ni deben claudicar ante la demanda de que lo hagan con acento neutro, que de neutro no tiene nada, sino que es acento castellano o madrileño. Porque así ocurre cuando alguien habla en catalá, euskera o galego, su lengua natal.
“5.º El aprovechamiento y la potenciación de los recursos naturales y económicos de Andalucía bajo el principio de sostenibilidad, el impulso del conocimiento y del capital humano, la promoción de la inversión pública y privada, así como la justa redistribución de la riqueza y la renta.”
Este punto bajo la tutela de los Gobiernos Andaluces y Centrales se ha desarrollado de este otro modo:
El aprovechamiento de los recursos andaluces, naturales y humanos, para potenciación fundamentalmente de grandes empresas foráneas para el desarrollo económico de éstas, y de determinados cargos políticos que probablemente puedan haber salido también beneficiados con ello.
¿Ha repercutido esto en un enriquecimiento del Pueblo Andaluz? ¿Tenemos una justa redistribución de la riqueza y renta?
Ya hemos visto la gráfica de la renta media neta en el año 2021 por Autonomía, según los dato del INE, y ante ella queda preguntarse, ¿han servido estas políticas para enriquecer a las andaluzas y andaluces? Parece que no. Nuestra renta media no supera los 26.000€. Sólo Extremadura aparece con peor renta media. El resto de Autonomías nos supera.

“6.º La creación de las condiciones indispensables para hacer posible el retorno de los andaluces en el exterior que lo deseen y para que contribuyan con su trabajo al bienestar colectivo del pueblo andaluz.”
Ésta es la gráfica de la evolución de la inmigración y emigración en Andalucía.

Nuestros jóvenes siguen emigrando buscando oportunidades que no encuentran aquí pese a tener unas muy buenas formaciones. El reguero de salidas no ha parado, y tras el frenazo de la pandemia, la tendencia vuelve a ser alcista.
No. No se han creado las oportunidades para que Andalucía deje de sangrar. El reguero de andaluzas y andaluces emigrantes sigue su curso, y en muchos casos, la despoblación de ciudades y municipios comienza a ser un grave problema añadido.
“7.º La mejora de la calidad de vida de los andaluces y andaluzas, mediante la protección de la naturaleza y del medio ambiente, la adecuada gestión del agua y la solidaridad interterritorial en su uso y distribución, junto con el desarrollo de los equipamientos sociales, educativos, culturales y sanitarios, así como la dotación de infraestructuras modernas.”
El problema de la escasez de agua y la actual situación de nuestros pantanos, no ha provocado absolutamente ninguna reflexión sobre nuestro modelo productivo.
Producciones agrarias de regadío e intensivas han proliferado en Andalucía provocando la constitución de un sistema insostenible en su totalidad.
Sin duda hemos superado con creces los consumos recomendables en nuestra Autonomía para estas producciones, y ello está provocando ya los primeros importantes daños colaterales.
No se plantea alternativa alguna para este tipo de cultivos ni para este papel asignado de convertir Andalucía en el ‘Granero de Europa’.
Esa alternativa podria ser el desarrollo de un sector secundario pírrico, la potenciación de nuestro I+D+i, el abrazo a las renovables, pero no del modo en que se está haciendo, no asumiendo la explotación de fondos de inversión que vienen a hacer su negocio, no volviendo la espalda a la manufactura de lo necesario para su implementación, sino constituyendo un sector secundario innovador y con factorías que supongan sus pilares de sustento y que podrían crearse con inversión público privada andaluza.

Eso sería mejorar realmente la calidad de vida de las andaluzas y andaluces con creación de puestos de trabajos estables y cualificados. Pero nuestras políticas y políticos prefieren seguir jugando con fuego, con actuaciones cortoplacistas y sin resultado real.
Y si hablamos de fuegos, más de 15.564 hectáreas quemadas, con un total de 153 incendios forestales en 2022, con un crecimiento de un 18% respecto al año anterior, no hace sino reflejar el fracaso de las políticas que se vienen desarrollando por parte de la Consejería en lo que respecta a materia preventiva.
Respecto a las inversiones en Sanidad y Educación, desde la Junta de Andalucía se proclama un incremento de éstas.
El actual Gobierno Andaluz, anuncia que el gasto global dedicado a Educación en Andalucía en los presupuestos de 2022 aumentó un 2,84%, respecto a 2021. La cuantía dedicada a educación en 2022 fue de 8.681.843 miles de €, el 24,07% del presupuesto total andaluz, mientras el año anterior, en el que se dedicó el 23,56% del presupuesto, fue de 8.441.986 miles de €. Pero también hay que tener en cuenta que el número de alumnos ha crecido, por lo tanto, habría que mirar cual es la inversión media por alumno, para comprobar si ese incremento de inversión es real, o sólo se debe al crecimiento de la escolarización.
Puntualizar que el porcentaje que se empleó para la concertación de centros privados también se incrementó y fue de un 10% sobre la cifra global.
En el curso 2021-2022, la cifra de alumnos fue de 1.599.816 mientras que la inversión media por alumno fue de 5.276€/alumno. Si vemos la siguiente tabla anexa, se comprueba como la inversión por alumno sigue estando lejos de las autonomías que más invierten como muestran estos datos de 2018; Es decir, nuestra inversión por alumno en 2021 está muy alejada de la inversión que ya se hacía en otras autonomías punteras en el año 2018.

De este modo, con una inversión como la vasca, de 9.415€ por alumno, la inversión andaluza en Educación debería ser de casi el doble, concretamente, para los 1.599.816 alumnos del curso 2021-2022, debería haber sido de 15.062.267.640 €.
15 millones de euros, en lugar de 8.7 millones de euros.
Respecto al gasto sanitario público, la cantidad presupuestada en 2023 asciende a 13.800 millones de euros, si bien, el gasto por habitante sigue siendo de los más bajos de todo el Estado Español, como se indica en esta gráfica:

Así que lanzar las campanas al vuelo por los incrementos de presupuestos no tienen más sentido que la publicidad partidista. Andalucía sigue lejos de donde debe estar.
“8.º La consecución de la cohesión territorial, la solidaridad y la convergencia entre los diversos territorios de Andalucía, como forma de superación de los desequilibrios económicos, sociales y culturales y de equiparación de la riqueza y el bienestar entre todos los ciudadanos, especialmente los que habitan en el medio rural.”
Pese a ciertos avances, no se ha consolidado una cohesión territorial adecuada, debido a la falta de inversión necesaria en infraestructuras, así como a una política de reparto de órganos de gestión autonómicos que haya consolidado los lazos entre las 8 provincias.
No se ha consolidado el bienestar para las andaluzas y andaluces, punto éste también derivado de la falta de redistribución de riqueza antes comentado.
En muchos aspectos se siguen manteniendo actitudes provinciales que no se engloban en un proyecto común de autonomía, y que surgen como respuesta al abandono institucional por parte de los Gobiernos de la Junta de Andalucía, de buena parte de las comarcas andaluzas.
Tampoco se ha promocionado una filosofía de hermanamiento, sino más bien, lo contrario, una competitividad entre las capitales de provincia que sólo ha debilitado la acción conjunta y la consecución de objetivos mayores que el beneficio particular.
Además, si se analizan las rentas medias provinciales, se comprueba que las ocho provincias se mueven en un intervalo similar, muy alejado de la media del Estado Español.
“9.º La convergencia con el resto del Estado y de la Unión Europea, promoviendo y manteniendo las necesarias relaciones de colaboración con el Estado y las demás Comunidades y Ciudades Autónomas, y propiciando la defensa de los intereses andaluces ante la Unión Europea.”
Como ya hemos comentado, no se ha convergido ni con el Estado Español, ni con Europa.
Los presupuestos se ejecutan pobremente y los fondos europeos tampoco, de manera que pese a las grandes cantidades presupuestadas, su repercusión no es canalizada, al no ejecutarse en su mayor parte.
Miles de euros se devolvieron por los gobiernos del PSOE a Europa. El reciente informe de la Cámara de Cuentas Andaluza sobre la ejecución de los Fondos Next Generation no hace sino despertar el mismo temor ante la ejecución del gobierno del PP.
“10.º La realización de un eficaz sistema de comunicaciones que potencie los intercambios humanos, culturales y económicos, en especial mediante un sistema de vías de alta capacidad y a través de una red ferroviaria de alta velocidad.”
¿Dónde están nuestros trenes? ¿hablamos de la redes de cercanías inexistentes? ¿o las existentes que no cumplen ni horarios ni expectativas?
¿Hablamos de los metros de ‘juguete’ de realización interminable?
¿Hablamos del aislamiento de uno de los puertos mundiales más competitivos, como es el Puerto de Algeciras, y que cederá su puesto a los puertos del Levante por no tener finalizado su tramos del Corredor Mediterráneo Central? Increíble que esto ocurra con la situación crítica del Campo de Gibraltar.
“11.º El desarrollo industrial y tecnológico basado en la innovación, la investigación científica, las iniciativas emprendedoras públicas y privadas, la suficiencia energética y la evaluación de la calidad, como fundamento del crecimiento armónico de Andalucía.”
¿Crecimiento armónico? ¿Qué crecimiento armónico?
¿Cuántas plantas industriales son de titularidad andaluza? ¿cuántas fiscalizan en Andalucía?
¿Cuántas invierten en I+D+i?
Ojo. No por estar aquí son plantas industriales andaluzas. Hablamos de crear tejido productivo propio y de invertir en investigación, desarrollo e innovación con sello netamente andaluz.
Hablamos de dejar de subastar patentes sanitarias andaluzas (muchas más de lo que las andaluzas y andaluces puedan creer) para que permitan el crecimiento y la potenciación de nuestras propias empresas dentro de este complejo sector.
“12.º La incorporación del pueblo andaluz a la sociedad del conocimiento.”
Somos la autonomía con una mayor tasa de abandono de los estudios.

El sistema de asignación de maestros y profesores deja mucho que desear, con una itinerancia casi continua de profesionales y con una falta de coherencia en la concordancia de los métodos educativos a emplear. A la falta de recursos, hay que añadir una falta organizativa que consiga un mayor excelencia del Sistema Educativo Andaluz de cara a la formación de nuestros jóvenes.
No estamos trabajando con cualquier cosa, estamos trabajando con alumnas y alumnos. Y parece que en muchas ocasiones, la Administración se pierde en los números y se olvida de ello.
“13.º La modernización, la planificación y el desarrollo integral del medio rural en el marco de una política de reforma agraria, favorecedora del crecimiento, el pleno empleo, el desarrollo de las estructuras agrarias y la corrección de los desequilibrios territoriales, en el marco de la política agraria comunitaria y que impulse la competitividad de nuestra agricultura en el ámbito europeo e internacional.”
El sistema ideado por el PSOE para el campo agrario andaluz ha servido para el sustento de muchas familias, pero al mismo tiempo los ha hecho esclavos del propio sistema. Un sistema conformista que se ha estancado en el simple sustento, contentando otras aspiraciones pasadas del mundo rural.
Y ahora, en un sistema capitalista y globalizado, el medio rural no iba a ser ajeno a ello.
Los fondos de inversión, las macroempresas internacionales alimentarias, también han puesto sus ojos en Andalucía.
Y Andalucía no está preparada. Es más. Muchas veces, desde nuestra Administración Autonómica nos limitamos a tender una ‘alfombra roja’ a estos auténticos depredadores. Se les vende políticamente como ‘oportunidad’. Pero ellos sólo buscan ‘su oportunidad’.
El Campo Andaluz se seca. Porque no produce para Andalucía. Ni tan siquiera para España. Produce para Europa. Con el rol asumido de ‘Granero de Europa’.
Un Campo Andaluz, donde el pequeño productor está condicionado al fracaso, por la presión insoportable de esos grandes competidores y la deslealtad continua de las grandes empresas distribuidoras que marcan los precios, que empiezan a tener como norma el no cubrir ni los costes de producción.
Esa es la situación cada vez más denunciada por nuestro productores. Pero, sin embargo, pocas veces escuchada por nuestras políticas y políticos.
“14.º La cohesión social, mediante un eficaz sistema de bienestar público, con especial atención a los colectivos y zonas más desfavorecidos social y económicamente, para facilitar su integración plena en la sociedad andaluza, propiciando así la superación de la exclusión social.”
Andalucía cuenta con los barrios más pobres de Europa.
Barrios marginales donde el Rey de España o el político de turno en época de campaña llegan a hacerse la foto, y poco más.
Las inversiones para cambiar su rumbo brillan por su ausencia, pese a que la cantinela de las soluciones siempre está en boca de los representantes públicos, de nuestras políticas y políticos.
En todos estos años de Autonomía, no se ha puesto solución a estos problemas que afectan a buena parte de la población andaluza.
La solución no puede venir de planes especiales, o ayudas, que al final no sirven para romper la situación de marginalidad de estas familias.
El acometer esos retos debe venir de la acción coordinada de las administraciones local y autonómica, junto con las personas que verdaderamente tienen conocimiento real de la situación, para buscar la movilización de inversiones que realmente creen oportunidades que cambien el modo de vida de esas personas: educación, formación, empresas, cooperativas, seguimiento cercano de los resultados,…
“15.º La especial atención a las personas en situación de dependencia.”
Este punto, como tantos otros no se ha desarrollado. Falta personal, falta estructura, falta agilidad para la concesión de las ayudas, falta presupuesto,….
Nuestra población envejece, y cada vez la demanda es mayor. Pero los ambiciosos objetivos de estas ayudas sociales ni mucho menos se han plasmado en prespuestos ni en políticas.
Familias que ven como su familiar dependiente fallece esperando la concesión oficial de la ayuda para su dependencia. Períodos interminables para dicha concesión. Cuantías pírricas de las ayudas. Excesiva dependencia de entes privados en los que se delega.
“16.º La integración social, económica y laboral de las personas con discapacidad.”
Se vende con extraordinaria vehemencia lo poquísimo que se ha avanzado al respecto. Son miles de familias andaluzas las que se ven afectadas por estas situaciones, con alguno de sus miembros que requieren determinados cuidados o atenciones especiales, y que no encuentran sustento en el Sistema Público Andaluz.
Es más, desde los Gobiernos Andaluces, las pocas ayudas que se facilitan son, en su mayoría de los casos, una pequeña contribución (normalmente limitada en el tiempo) al global del coste que esos tratamientos suponen para esas familias.
Además, la canalización se suele realizar a través de entes privados, que en la mayoría de los casos, por su propia estructura limitada, tampoco son capaces de dar el soporte que esas familias necesitan.
«17.º La integración social, económica, laboral y cultural de los inmigrantes en Andalucía.»
Andalucía ha sido un Pueblo Emigrante. Andalucía, por desgracia, es un Pueblo Emigrante. Deberíamos saber mejor que nadie lo que es eso. Pero no lo parece.
No se puede generalizar. Pero sigue habiendo demasiado mal comportamiento hacia el que llega de fuera para intentar conseguir un sustento, con una notable falta de inversiones y de control para la consecución de su bienestar, algo, por otro lado explicable ante la propia falta de atenciones para la propia población autóctona.
Pero claro, lo uno no justifica lo otro.
Ese ‘mal comportamiento’ no es de la propia población andaluza, que siempre se ha mostrado acogedora ante el que llega, sino que tiene su fundamento en la acción de determinados empresarios, y en la falta de control y de búsqueda de soluciónes por parte de la Administración Autonómica.
18.º La expresión del pluralismo político, social y cultural de Andalucía a través de todos los medios de comunicación.
En las últimas elecciones autonómicas hemos visto que esto no se cumple. Sólo los partidos con representación en el Parlamento Andaluz reciben subvenciones para sus partidos. E igualmente sólo esos partidos participan en los medios de comunicación.
De este modo, se crea un sistema ‘clasista’ que impide que otros partidos puedan ser visibles ante el electorado.
Por otro lado, en las diferentes etapas del Gobierno Andaluz, tanto con el PSOE, como ahora con el PP, los medios públicos andaluces demuestran día a día, programa a programa, su politización. Es lamentable que unos medios públicos que deberían estar al servicio del Pueblo Andaluz, lo estén al servicio de intereses partidistas.
“19.º La participación ciudadana en la elaboración, prestación y evaluación de las políticas públicas, así como la participación individual y asociada en los ámbitos cívico, social, cultural, económico y político, en aras de una democracia social avanzada y participativa.”
Desde la clase política no se ha promovido este punto, salvo en acciones muy puntuales y localizadas.
¿Interesa esto a las andaluzas y andaluces? ¿es conjugable con el tipo de vida que llevamos? ¿si se dispusiera de tiempo y medios para ello, la población andaluza entraría en esa acción participativa?
¿Por qué no se pone en juego de un modo más generalizado? ¿por qué no se conciencia a la población de su importancia, desde la propia educación?
¿Interesa a los entes políticos que la población controle, con su participación, el desarrollo de las Políticas Públicas?
Está claro que no. La participación de la población andaluza supone una cesión de Poder por parte de nuestros políticos, que no parecen estar dispuesto a ello.
“20.º El diálogo y la concertación social, reconociendo la función relevante que para ello cumplen las organizaciones sindicales y empresariales más representativas de Andalucía.”
Un punto realmente importante que deja de serlo cuando tanto los unos como los otros sólo tienen altura de miras para sus propios intereses organizativos, relegando a un segundo plano el interés general y zancadilleando proyectos que podrían ser interesantes para el Pueblo Andaluz.
“21.º La promoción de las condiciones necesarias para la plena integración de las minorías y, en especial, de la comunidad gitana para su plena incorporación social.”
El Pueblo Gitano y otras minorías sigue luchando contra su discriminación. Organizaciones como Fakali, fundada por mujeres universitarias gitanas, denuncian los actos de desprecio y racismo hacia su Pueblo, al tiempo que desarrollan labores en ambos sentidos, hacia el propio servicio y formación de su Pueblo Gitano, y, por otro lado, mostrando las bondades de la cultura gitana y sus costumbres, a las personas que no pertenecemos a dicha comunidad.
Y una idea clave. No se puede solucionar los problemas de un colectivo, de un conjunto de personas, o de un Pueblo, si no se cuenta con sus representantes, con personas que conocen el problema desde dentro.
«22.º El fomento de la cultura de la paz y el diálogo entre los pueblos.»
Andalucía es un Pueblo solidario. Multitud de veces ha quedado demostrado. Además, históricamente hemos sido ejemplo de convivencia de ideas y religiones distintas.
Pero no se puede liderar la cultura de la paz y el diálogo, cuando desgraciadamente no se tiene ni voz propia en los foros.
Andalucía, con su situación actual, siendo la Autonomía más poblada de España, no tiene Voz Propia.
23.º La cooperación internacional con el objetivo de contribuir al desarrollo solidario de los pueblos.
Cooperamos internacionalmente con nuestra forma de ser solidaria. Lo hemos visto con nuestros bomberos ayudando en el lamentable terremoto de Turquía.
Pero el desarrollo de nuestra Autonomía, también nos llevaría a incrementar esa cooperación internacional que estreche los lazos de Andalucía con otros Pueblos, lógicamente a una mayor escala.
24.º Los poderes públicos velarán por la salvaguarda, conocimiento y difusión de la historia de la lucha del pueblo andaluz por sus derechos y libertades.
De todas las Nacionalidades Históricas, Andalucía es la que ha tenido un camino más complejo hasta la consecución de su Autonomía. El Pueblo Andaluz no quería ser menos. Fue una muestra clara de nuestra Identidad como Pueblo.
Los Gobiernos de la Junta de Andalucía deberían hacer eco de nuestra Historia, y en particular de nuestra trayectoria como Nacionalidad Histórica, pero no ha sido así.
Se habla de Andalucía como Región, como Territorio de España, como Comunidad, pero se evita hablar de la Nación Andaluza y por supuesto se ata en corto las posibilidades que una Autonomía desarrollada podría dar al Pueblo Andaluz.
En definitiva, se sigue moldeando la mente de las andaluzas y andaluces para que no se despierte una Identidad Propia. Moldear para que no saquemos los pies del plato, porque así supuestamente somos mejores españoles,…. Pero, ¿peores andaluces?