Autora: María del Mar Delgado.
En los albores del año 2000, algo cambia en el cine andaluz.
Directores, directoras, guionistas, equipos varios,… todos empiezan a abrir una puerta cerrada hasta entonces. En Andalucía se comienza a contar historias diferentes, historias que muestran al Pueblo Andaluz de otra manera.
La visión de ese pueblo folklórico, alegre y chistoso reflejado en el cine español tradicional dejaba paso a otro tipo de historias. Historias que ocurrían aquí, en Andalucía, o que eran vividas por andaluzas o andaluces, pero ya no para hacer reír, o para regalar el oído con nuestros cantes, sino para mostrar algo más cerca de nuestra realidad, o de nuestra ficción, pero al fin y al cabo, con un envoltorio repleto de esencia social andaluza.
‘Solas’ (1999) del lebrijano Benito Zambrano es probablemente el punto de inflexión. Con su reconocimiento a nivel nacional e internacional, comienza a consolidar un cine andaluz que no ha parado de crecer hasta nuestros días.
Tras ella, llegarán obras como ‘Fugitivas’ (2000) del granaino Miguel Hermoso, ‘Atún y chocolate’ (2004) del gaditano Pablo Carbonel, ‘El Camino de los Ingleses’(2006) del malagueño Antonio Banderas, ‘Retorno a Hansala’ (2008) de la granaina Chus Gutierrez, ‘Entrelobos’ (2010) del cordobés Gerardo Olivares, ‘Canibal’ (2013) del almeriense Manuel Martín Cuenca, entre otras muchas.
En ese periodo, un director sevillano, Alberto Rodríguez Librero, ha encontrado la fórmula para que sus películas conecten con el gran público, atrapándolo en tramas nunca antes relatadas desde Andalucía. . En su filmografía, películas como ‘7 Vírgenes’ (2005), ‘Grupo 7’ (2011), ‘La Isla Mínima’ (2014).
«Cuando haces una película, la única guía real que tienes es hacer algo que a ti te gustaría ver u ofrecer una historia que tienes la necesidad de contar. Ahí acaba el truco de todo. No puedes intentar hacer una película que tenga éxito de público o que vaya a funcionar en los premios. Por más que tú hagas, nada de eso tiene porqué ocurrir.
Cuando empecé con La isla mínima, sí que tenía claro que era la historia que yo quería contar y creí que, además, podía interesar al público. Pero de ahí al éxito que ha tenido, pues no. Algunas películas tienen más suerte y otras menos, pero todas las haces con la misma ilusión.»
Y ante este crecimiento, ante este despegue, lo más importante ha sido que cuando ha llegado el éxito, cuando han llegado las ofertas de trabajo, cuando han comenzado a abrirse puertas fuera, todas estas andaluzas y andaluces, todos estos grandes profesionales, han echado el ancla aquí, en Andalucía, y han apostado por el desarrollo de nuestro cine desde aquí, en lugar de aprovechar esas oportunidades que les reclamaban desde la capital española, desde Madrid.
Lo jugaron todo a una carta y, de momento, les ha salido bien, y estoy seguro de que con su talento les seguirá saliendo. Nadie les ha regalado nada. El compromiso de ese grupo de profesionales y su empeño porque sus carreras crecieran aquí en tierras andaluzas, ha sido lo que ha permitido florecer a una industria que hoy está recogiendo sus frutos.
Todo se pudo ver truncado con la crisis del Covid, pero, poco a poco, el sector se recupera y la apuesta decidida por el cine desde los distintos rincones de nuestra Andalucía, con numerosos festivales que van desde Huelva a Almería, está contribuyendo a que la industria audiovisual andaluza crezca tanto con proyectos propios como proyectos externos que eligen Andalucía como sede de sus productos.
Fundamental también el apoyo desde los entes públicos, en especial de la Radio Televisión Andaluza ‘Canal Sur’.
Un Cine Andaluz que nos está dejando maravillas comprometidas socialmente como el documental ‘Pico Reja, la Verdad que la Tierra Esconde’, obra de Remedios Malvárez y Arturo Andújar (Producciones Singulares).
La creación de la joven Academia De Cine Andaluz, con la entrega de los Premios Carmen, cogiendo el testigo de los anteriores Premios ASECAN (Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía ) ha venido a constituir también un fuerte pilar para la apuesta por un mayor desarrollo de nuestro cine, un cine andaluz que, como ya he comentado, no habría sido posible sin el compromiso de nuestras y nuestros profesionales por su Andalucía.