Carlos Cano: «Ser andaluz es la forma que yo tengo de ser persona».

Este 19 de diciembre se cumplen 23 años de la muerte de Carlos Cano.

Dicen que las personas buenas se van pronto, y que tienen un corazón tan grande que le juega malas pasadas.

En sus 54 años de vida, Carlos Cano ejerció entre otras cosas como cantautor, artista, poeta, recuperador de la copla andaluza, granaino, andaluz, luchador, padre y andalucista.

Fue tan profunda la huella que dejó, que no pasa un año sin que las y los andalucistas lo recuerden, abrigando a su familia con las muestras de cariño hacia su figura.

Sí, Carlos Cano se subió al carro del ANDALUCISMO con mayúsculas, o mejor dicho, se convirtió en uno de los impulsores de aquella segunda ola andalucista paralela al proceso de transición, la misma ola que abrió las puertas de la Autonomía de par en par, una ola que surgió del despertar del propio Pueblo Andaluz, movido por aquella voz profunda y siempre sincera.

Ejerció como andalucista, como pocos lo hicieron, sin pensar si aquello podría o no entorpecer su carrera profesional, y luchó por lograr una Andalucía que dejara atrás su papel subalterno y que consiguiera un futuro mejor, lleno de oportunidades para las andaluzas y andaluces. Todo ello en una época demasiado convulsa, por la cercanía de la reciente dictadura, pero al mismo tiempo, una época hermosa para soñar.

Su primer trabajo, ‘A duras penas’, toda una declaración de intenciones, y abriendo el disco, ‘Verde, blanca y verde’, composición que marcaría a toda una generación.

La recientemente hallada bandera verde y blanca se convertía en la insignia de todas las reivindicaciones de un Pueblo Andaluz demasiado castigado, demasiado abandonado…, y que ahora además, de no tener nada, se encontraba con dos himnos de repente, el oficial, creado por Blas Infante con la ayuda de José Castillo y Díaz, y ajustado por el propio Carlos Cano tras su recuperación, y un himno no oficial, pero que el Pueblo Andaluz también hizo suyo, ‘Verde, blanca y verde’.

Se puede querer a Andalucía de muchas maneras, nadie tiene la potestad sobre ello, pero sólo hay un camino para reivindicar la justicia social, para hacer visibles a los menos favorecidos, para luchar por un sueño de igualdad y libertad.

Carlos Cano nos mostró ese camino.

Siempre con la esperanza de que las andaluzas y andaluces defendieran como tigres de bengala lo suyo, y dejaran de ser pajaritos. Pero llegaron otros ‘pájaros’ que se encargaron de apaciguar a los tigres y adormecer con promesas las reivindicaciones que había despertado la ‘Verde, Blanca y Verde’ en el Pueblo Andaluz. La reivindicación de no ser menos que nadie. La reivindicación de crecer de una vez, tras demasiado dolor, sin trabas ni obstáculos.

Carlos se sintió un privilegiado por tener el honor de recuperar del olvido nuestro himno, el Himno de Andalucía. Para un cantautor sensible como fue él, tuvo que ser toda una experiencia la aventura de recuperarlo y volver a darle vida.

Luego, quizás el desengaño, la rotura de las ilusiones, la verde y blanca había pasado a estar demasiado patrializada, en manos de gente que ni siquiera la sentía con el significado con que se recuperó de su ocultación.

Dicen que hubo un tiempo que se negaba a cantar la ‘Verde, Blanca y Verde’ porque afirmaba que había compuesto aquella canción para un Pueblo soñador y Andalucía había dejado de soñar.

Pero Carlos Cano tenía guardado mucho más, muchísimo más, en ese delicado corazón.

Y nos lo regaló en forma de copla. Recuperó el género de la Copla Andaluza, demostrando su fuerza y carácter, pese a la denostación por algunos de estas composiciones, justificándolo por su asociación en otro tiempo con la cultura impuesta por el regimen franquista. Sin embargo, Carlos Cano se encargó de mostrar a todos que había mucho más en aquellas piezas artísticas que un plan orquestado por un dictador.

El sentir de un Pueblo se canaliza a través de su coplas. En las coplas, que Carlos Cano recuperó, estaba Andalucía misma.

Un año más, gracias Carlos. Gracias por tanto. Hasta el año que viene.

Viva Andalucía Libre, compañero.

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