La Plataforma Unidos por el Agua tiene a cuatro de sus componentes desde el pasado viernes en Huelga de Hambre.
Cuatro valientes, Miguel Aparicio, Paco Casero, María Eugenia Molero y Pedro Vera, que han pensado que los municipios del Norte de Córdoba (nada menos que la tercera parte de los municipios cordobeses, que alojan a 80.000 vecinas y vecinos) no pueden continuar así más tiempo, y que halgo tenían que hacer.
Casi nueve meses sin agua en los grifos. Todo con garrafas. Ni siquiera el uso para el baño es aconsejable porque ya ha habido diferentes casos de afecciones en la piel.

Estamos hablando de unos hechos que transcurren en la Andalucía de 2023, siglo XXI, en la Era de la Digitalización.
Dos embalses abastecen a la zona. Uno seco. El otro contaminado por lo que parecen ser vertidos con falta de ciclos completos de varias depuradoras de la zona y vertidos de purines de explotaciones ganaderas.
Recordaros que Paco Casero, luchador toda su vida y Presidente de la Fundación Savia, que tanto ha hecho por el mundo rural, tiene 75 años. ¿Y hay que llegar a esto? ¿No se avergüenzan los responsables de nuestras administraciones?
Desgraciadamente en Andalucía, parece que si no es con medidas extremas por parte de los afectados no se mueve nada. Esto es lo que tenemos. Y así seguirá mientras no tengamos una Administración capaz de dar una respuesta urgente realmente a este tipo de problemas graves, muy graves. De manera que en lugar de solventarlos, los prevea y evite que ocurran. Pero esto es Andalucía…
La solución propuesta de urgencia, que no estará hasta la primavera del año que viene, es tildada de chapuza. Algunos técnicos indican que cuando se habla por parte de algunos políticos de ‘potabilizadora de última generación’, no se habla con propiedad, ya que lo que se pretende es realizar varios ciclos con adición de determinados productos químicos y siempre considerando una mezcla del agua contaminada con agua limpia, en una proporción de 40% a 60%. De manera que ‘mezclar’ con agua limpia sólo rebaja la concentración. Ese agua limpia necesaria tendrá que venir de otro sitio (trasvase), o bien, esperar a que llueva para que el embalse en cuestión se llene . La esperanza hace un mes de estos políticos y sus asesores era que lloviera la cantidad de 300l/m2 en la zona de los pantanos afectados durante este mes.
Hoy es 20 de diciembre, pero las lluvias no han llegado a esas cantidades ni por asomo.

Además, los técnicos que cuestionan esta solución afirman que disolver la ‘porquería’ que tiene ese agua, sólo provocará que las cordobesas y cordobeses de estas comarcas, en lugar de tener un agua de calidad, tengan un agua que cumplirá los límites legales respecto a estos productos nocivos, pero que seguirá conteniendo esos contaminantes diluidos con el riesgo potencial para la salud que ello conlleva a medio o largo plazo.
Y como las soluciones de urgencias se suelen eternizar y se hacen permanentes en esta nuestra Andalucía…
Ante esta solución, ellos presentan soluciones alternativas, como la de aplicar un proceso de ósmosis inversa (proceso que se emplea en las desaladoras para retirar la sal del agua del mar), previo tratamiento con dióxido de cloro. Con esta solución de filtrado y tratamiento, indican que no sería necesaria la mezcla para diluir los contaminantes a menores concentraciones, sino que con este proceso, tras el dióxido de cloro, la aplicación posterior de un proceso de clarificación y luego otro de filtración, para finalmente realizar la ósmosis inversa, se lograría una descontaminación no sólo del agua extraida del embalse para consumo, sino del propio embalse contaminado.
Pero claro el proceso de ósmosis inversa no tiene el mismo coste que la solución propuesta desde las administraciones. El coste sería bastante mayor. Sin embargo, si lo que se busca es la calidad del agua, habría que asumir esos costes. Es ahora cuando la Administración debe decidir entre calidad o entre coste. Y cuando la salud está por medio, lo que debe prevalecer siempre es la calidad del servicio. Más cuando se deriva de una falta de prevención que entra claramente en el campo de la negligencia.
Y ésta es sólo una alternativa mejor a la planteada, pero hay otras.
Mientras, Miguel, Paco, María y Pedro siguen con su Huelga de Hambre. Ayer ya manifestaban síntomas provocados por esta situación.
Las vecinas y vecinos del Norte de Córdoba siguen sin solución. Siguen sin agua potable en sus grifos. Después queremos afirmar que somos una de las locomotoras de Europa. ¿Locomotora de qué?
Fuentes: Foto portada de diario ‘La Voz del Sur’.