Habréis oído hablar del bombardeo de Gernika en la Guerra Civil española. Probablemente conozcáis el cuadro, del mismo nombre, que pintó Pablo Ruíz Picasso por encargo del Gobierno de la II República en Madrid.
Gernika, pueblo vasco de unos 5.000 habitantes, sufrió un devastador bombardeo sobre su población civil. La Legión Cóndor nazi, apoyada por otros aviones fascistas acabó el 26 de abril de 1937 con la vida de 654 personas, dejando también 889 heridos y una población arrasada (según datos de National Geographic Historia).
Con los años, hemos sabido que Andalucía, ‘La Roja’, sobrenombre con el que se conocía a muchas de sus ciudades en la II República, fue víctima de una durísima represión por parte de las fuerzas golpistas, que buscaron la ‘estirpación’ a las bravas de los diferentes movimientos sociales y políticos progresistas y reivindicativos que en ella habían ido creciendo.
Auténticos crímenes contra la Humanidad, con matanzas contra la población civil, que supusieron la aniquilación de más de 54.000 andaluzas y andaluces ejecutados por el bando franquista, un tercio de los represaliados en toda España.
Pero la peor de todas fue la acaecida el 8 de febrero de 1937. Hoy la conocemos como ‘La Desbandá’. En ella, entre 5.000 y 10.000 personas fueron masacradas, en su inmensa mayoría civiles, al ser atacadas por tierra, mar y aire por las tropas golpistas.
Apenas ha habido transcendencia de este hecho hasta hace relativamente pocos años. No hubo cuadro famoso, ni encargo para reflejar la Desbandá, pese a que los hechos fueron anteriores a los sucesos de Gernika.
Tras la cáida de Malaga ante las tropas franquistas, entre 150.000 y 300.000 personas (según diversas fuentes, entre ellas, las propias declaraciones del genocida Queipo de Llano, general golpista, que hablaba de 250.000) parten de la ciudad andaluza hacia la hermana Almería, por la única vía todavía no sitiada, para tratar de ponerse a salvo. Salieron con lo puesto, a pie en su mayoría, en burro o vehículo, los más afortunados.
El mayor éxodo de la Guerra Civil se ponía en marcha entre los días 6 y 7 de febrero. La población huye aterrada de una ciudad que había sido bombardeada desde agosto de 1936 y que había ido incrementando su pánico con los testimonios de los más de 100.000 refugiados que habían ido llegando a Málaga desde Archidona, Antequera y Ronda, pero también desde el Campo de Gibraltar, Sevilla y toda la zona occidental.
La población que apoyaba el gobierno legal de la II República fue psicológicamente amedrentada por la publicidad golpista y mensajes radiofónicos que el propio Queipo de Llano había dirigido contra ellos desde Radio Sevilla:
“Nuestros valientes Legionarios y Regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombre de verdad. Y, a la vez, a sus mujeres. Esto es totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen”.
Lo que no podían imaginar es que aquella huída, fruto del pánico y de la indefensión, les conduciría a la muerte.
Las armas prometidas desde el bando republicano para la defensa de Málaga no habían llegado. Sin embargo, sí llegaron los buques de guerra, la aviación y los cañones del ejército golpista. Por tierra, sitiando Málaga, junto a las tropas africanas de más de 10.000 regulares del Tercio de Marruecos, se encontraban 10.000 italianos de las Corpo Truppe Volontarie de Mussolini.
Los barcos cañoneros Cánovas del Castillo y Canalejas entran en el puerto de Málaga el mismo día 8 de febrero, pero los buques Canarias, Baleares y Almirante Cervera empiezan a bombardear a la interminable columna humana que huye ante ellos. El cuaderno de bitácora del Canarias recoge que las salvas empiezan a las 6.45h, pero no indican el objetivo.
El apoyo aéreo viene por parte de la Luftwaffe alemana y la Regia Aeronautica italiana, aviones para masacrar a civiles que huyen.
Hay constancia documental de un vuelo de reconocimiento, en el que el piloto observa a los fugitivos. Desde Tablada le dicen que el objetivo es disparar. Él pide que le repitan la orden y le dicen que dispare.
Queipo de Llano lo relataba así:
“A los tres cuartos de hora, una parte de nuestra aviación me comunicaba que grandes masas huían a todo correr hacia Motril. Para acompañarles en su huida y hacerles correr más aprisa, enviamos a nuestra aviación, que los bombardeó”.
Las imágenes que tenemos de la ‘Desbandá’ son las del médico canadiense Norman Bethune (1899-1939) y sus ayudantes Hazen Size y Thomas Worsley. Enrolado en las Brigadas Internacionales como sanitario, llega el 10 de febrero a Almería desde Madrid, y se dirige hacia Málaga con su ambulancia para socorrer a los refugiados. Durante días estuvieron trasladando a todas las personas que pudieron para que fueran atendidas en Almería por el Socorro Rojo Internacional, quien aseguró haber atendido a unas 100.000 personas.
Con los años, las organizaciones que han surgido, los familiares de los represaliados y el apoyo de la Administración y empresas públicas como Canal Sur y RTVE han aportado luz a la tragedia que supuso la Masacre de la Carretera de Málaga-Almería, ‘La Desbandá’.
Inexplicablemente, hoy en Madrid existe una calle que rinde honor al Crucero Baleares (recuperada en 2022 por el alcalde del PP José Luis Martínez-Almeida), buque que, como hemos comentado, participó en esta tremenda masacre en Andalucía.
En el siguiente enlace de RTVE se recogen más testimonios de personas que vivieron este auténtico genocidio en suelo andaluz:
https://www.rtve.es/play/videos/programa/testimonios-desbanda/6801474/
Fuentes:
Canal Sur Memoria de Andalucía RTVA/ Ateneo Republicano Las Rozas / Wikipedia / Documental La Desbandá de RTVE / National Geographic Historia ‘El Bombardeo de Guernica en 1937, la masacre que inspiró a Picasso (Estanislao Jara)/ El Diario ‘La Desbandá: las incógnitas sin resolver 82 años después de la masacre’ (Néstor Cenizo) / El Diario ‘La represión franquista en Andalucía fue un genocidio (Juan Miguel Baquero).