Autor: Francisco José Cansino Díaz
Mañana, un año más, celebramos el 28 de Febrero, el día designado oficialmente como ‘Día de Andalucía’, el día de la Autonomía Andaluza, cuando debió ser el 4 de Diciembre…
Un día de reivindicación para algunas pocas personas, de festividad para otras muchas, de indiferencia para demasiadas,…
Un día de fiesta en este rincón del paraíso, que, desgraciadamente no es tal para demasiadas andaluzas y andaluces. La tasa ‘Arope’, que muestra el porcentaje de personas en riesgo de exclusión social y pobreza, no ha disminuido, sino que ha aumentado. Ya está en un 37,5%. Tomando como referencia el País Vasco, allí la tasa es de un 15,5%, más de 20 puntos de diferencia.
Pero la cosa no para ahí, las andaluzas y andaluces cada vez lo tenemos más complicado para temas como la vivienda, nuestro paro sigue siendo el mayor de Europa, nuestras inversiones a la cola en la mayor parte de estadísticas, sanitarias, educativas, dependencia, las rentas medias más bajas de España,…
No importa. Siempre nos queda emigrar, nos queda la Semana Santa para pedir ayuda a lo divino y nos quedan las fiestas para evadirnos entre el baile, el cante y la bebida. También nos quedaría pedir cuentas a nuestras políticas y políticos…
Curiosamente, una encuesta del CENTRA (Fundación Centro de Estudios Andaluces) recoge que la mayoría absoluta del actual gobierno del Partido Popular se refuerza, a pesar de todas las polémicas surgidas con los temas sanitario y educacional, a pesar de la falta de inversiones hidráulicas que han motivado las graves situaciones en zonas de Andalucía, como en el norte de la provincia de Córdoba o Almería.
Ni el más mínimo indicio de que la intención de voto se vaya a ver afectada por estos aspectos. De manera que el Gobierno del PP parece ir para largo en la Autonomía Andaluza si las andaluzas y andaluces no deciden finalmente otra cosa.
Y es que Andalucía ha pasado de ser una ‘región’ fortaleza del PSOE a ser ‘región’ fortaleza del PP. Y hablo de región, porque sencillamente Andalucía es eso, una ‘región’ de España. Nuestra forma de pensar no nos da para ser ‘Autonomía’. No se puede presumir de ‘Autonomía de Primera’ cuando ni tan siquiera damos la oportunidad a los partidos netamente andaluces de gobernar, confiando ciegamente en los partidos con sede en Madrid. Pena de aquellas generaciones que creyeron en ‘el cambio’, pena de Manuel José García Carrapos…
Las tres nacionalidades históricas tienen partidos propios consolidados, tanto País Vasco, como Cataluña y recientemente hemos visto los resultados de BNG en Galicia.
PP, PSOE, Sumar, Vox son los preferidos por las andaluzas y andaluces, frente a los Adelante Andalucía, Izquierda Andalucista, Defender Andalucía, Andalucía por Sí o Nación Andaluza.
¿Qué por qué? Esa es una buena pregunta.
Desde el gran apoyo que tuvo el extinto Partido Andalucista, sobre todo en su primera fase, la población andaluza ha dejado de confiar mayoritariamente su voto a partidos andaluces para mantener ante todo la disputa bipartidista entre PP y PSOE, con cierto electorado que también prefiere votar a la izquierda estatal, ahora englobada en Sumar.
De modo que mañana, 28F celebramos una Autonomía, que si no tuviéramos, si siguiéramos gobernados directamente desde Madrid, muy probablemente la gran mayoría de las andaluzas y andaluces no apreciarían diferencias, puesto que los partidos que nos han venido gobernando en estos años de autonomía han sido prolongaciones precisamente de ese Poder centralizado en los órganos estatales de Madrid. Su función no ha sido autonomista, sino que han sido meros administradores de las decisiones condicionadas desde la capital de España, y eso, simplemente, no es Autonomía.
Solemos caer en la crítica, aquí en Andalucía, contra otros pueblos ibéricos, como son los vascos y los catalanes. No concebimos su forma de actuar. No admitimos su desmesurado deseo de ‘romper España’. Y de este modo, precisamente solemos erigirnos en los principales valedores de esa España homogénea, una España en la que Andalucía sencillamente no tiene voz propia, una España en la que Andalucía, la autonomía con más recursos, la autonomía con más población, no pinta nada.
¿Cuántas veces hemos oído hablar de los problemas andaluces en el Congreso de los Diputados? Yo, ninguna.
Posiblemente desde que los Alejandro Rojas Marcos y compañía dejaron sus escaños, independientemente de su labor política, la mención a los problemas andaluces ha desaparecido de la política estatal en Madrid.
Pero, ¿a que sí es continua la mención a los problemas vascos y catalanes? Esos que quieren ‘romper España’. Quizás porque ‘ellos’ sí tienen representantes ‘propios’, con sus partidos ‘propios’ también, que llevan sus problemas e intereses a cualquier foro. Quizás porque ‘ellos’ si tienen peso en la Política del Estado español. ¿Lo tendrá alguna vez Andalucía?
Incluso ya se habla de Teruel en el Congreso de los Diputados, gracias a ‘Teruel Existe’, e incluso se consiguen mejoras para esta parte de Aragón. Teruel tiene 35.691 habitantes. Andalucía, más de 8.600.000.
Resulta aún más curioso que Andalucía, la principal valedora de España y sus políticas sea la que ocupa la última posición en todas las estadísticas habidas y por haber. Frustrante, ¿no? Uno se pregunta, si somos sus principales valedores, ¿cómo nos dejan estar los últimos? Me refiero a los dos grandes partidos, PP y PSOE.
Quizás sea el momento, aprovechando este 28F de darle una vuelta a todo esto. ¡Ah, es verdad! Que en Andalucía no nos paramos a pensar en política, para muchas y muchos tema indeseado, al menos de puertas para fuera. Porque…’todas las políticas y políticos son iguales’. Pero no, no todas y todos son iguales. Sin lugar a dudas.
Y pese a este desprecio a la política en general, pese a ver cómo Andalucía sigue en su estancamiento frente a otras autonomías, frente a Europa, luego mayoritariamente votamos a los partidos centralistas.
¡Ay, Andalucía! Te gusta ser cenicienta, porque te has acostumbrado a este rol siguiendo el camino que te han marcado, sólo que aquí no hay ‘príncipe’ que te saque de tu papel secundario, porque tu amado ‘principe’ no quiere que abandones ese papel de cenicienta. Sencillamente no te quiere ‘princesa’.
Pero, ¿quién es el ‘principe’? No nos engañemos más. Ya está bien de lanzar balones fuera, ya está bien de engañarnos, no culpemos a otros. El ‘principe’ es, lamentablemente, el propio ‘Pueblo Andaluz’.
Por dos veces nuestro Himno de Andalucía habla de ‘Libertad’. Blas Infante lo sabía bien:
‘Andaluces levantaos, pedid tierra y Libertad…’ ‘Sean por Andalucía Libre, España y la Humanidad’
Pero el Pueblo Andaluz hace mucho que no sabe lo que es eso de la ‘Libertad’…y lo que es peor, ni siquiera se plantea buscarlo. Blas Infante recogía también la mención a España, pero antes, como primer requisito, ‘Andalucía Libre’ debía ‘Ser’.
Mañana, 28F. Seguimos sin un Gobierno ‘Andalûh’.