Autor: Francisco José Cansino Díaz
Tras la fiesta del 12 de Octubre, con las polémicas sobre si el día del Descubrimiento de Nuevo Mundo, y lo que ello supuso para bien y para mal, es el día más idóneo para celebrar la Fiesta de España, entramos a analizar la relación bilateral entre Andalucía y España.
Para entrar en este análisis, quizás lo primero que hay que valorar es el pensamiento de las personas. En ese sentido, la gran mayoría de las gentes que pueblan Andalucía, se sienten tan andaluzas como españolas.
Es verdad que hay una minoría que antepone el ser español al ser andaluz, y otra que defiende el hecho de ser andaluz antes que considerarse como español. Pero las cifras son las que son, e indican que las andaluzas y andaluces, mayoritariamente se sienten cómodos formando parte de España. Se trata pues de un equilibrio, donde no se concibe lo uno sin lo otro.
Este artículo no va de despertar ideas o pensamientos que enfrenten a Andalucía con España. No es ese el objetivo. La pluralidad de Pueblos englobados en el Estado español nos hace convivir en paz con cordialidad y atendiendo a las singularidades de cada uno de esos Pueblos y territorios.
Todos y cada unos de esos Pueblos han convivido durante siglos en la Península durante las diferentes fases históricas, con sus guerras, conquistas y períodos de paz.

Hoy en día, estamos viviendo una situación de confrontación que se deriva de dos aspectos fundamentales:
-España, pese a su riqueza de recursos y población, no es un país rico en lo que a economía se refiere.
-Los poderes políticos, identificados en los dos partidos dominantes, PSOE y PP, no han sido capaces de disminuir las diferencias entre la clase social situada en la cima de la sociedad española y económicamente pudiente y las clases sociales media y baja, ni tampoco de crear un sistema armónico para favorecer la riqueza por igual en cada uno de los territorios, de las Autonomías que componen el Estado español.
Y con estas premisas, llegamos de nuevo a Andalucía. Una Andalucía que sigue teniendo demasiadas deficiencias, a pesar de las ingentes cantidades de fondos europeos que han entrado en suelo andaluz (también hay que decir que muchos han sido devueltos por PSOE y PP).
Basta analizar los datos de inversión por cada andaluz en sanidad, educación, servicios en general, etc. Basta comprobar las cifras más amplias de paro en todo el territorio europeo, que además se acrecientan cuando nos referimos a paro juvenil. Todo ello pasa en Andalucía.

Está claro que durante los casi 40 años de gobierno del PSOE, no se acabó con este atraso. Pero es que el gobierno de PP está demostrando que todas sus criticas desde la ‘eterna oposición’ han quedado en saco roto, una vez en el Poder, puesto que las mejoras que se puedan estar dando, no hacen sino seguir la inercia general, sin recortar claramente los atrasos ya mencionados que se viven en territorio andaluz e incluso acrecentándolos.
Es decir, Andalucía sigue en casi todas las estadísticas por debajo de la media española, y lo malo es que la diferencia no se recorta.
Ante todo, resulta especialmente vergonzante, cuando nos miramos en el espejo de otras autonomías, el hecho de la falta de desarrollo de nuestro Estatuto de Autonomía. Como una rutina, para prácticamente todo lo que acontece en suelo andaluz, hay que mirar a Madrid.

Es algo a lo que nos han acostumbrado estos gobiernos de PP y PSOE, especialmente cuando no han coincidido en el gobierno autonómico y en el gobierno central al mismo tiempo. Es entonces cuando usan Andalucía como una trinchera desde la que arrojar todo tipo de improperios y descalificativos al partido rival y sus políticas. Pero los avances, con cuentagotas.
¿Y quién sufre esa falta de avances y mejoras? Las andaluzas y andaluces. Lo padecen cuando van al médico (si es que consiguen cita), cuando compran su cesta de la compra (siendo Andalucía productora de buena parte de esos productos que componen esa cesta), cuando sus hijas e hijos reciben formación en los centros educativos, cuando se emplean los medios públicos de transporte o se recurre a infraestructuras de carreteras obsoletas o sencillamente saturadas e inseguras, etc.
Andalucía no ha llegado nunca a cruzar la línea que otras Nacionalidades Históricas han cruzado en el actual período democrático. En ese sentido nos parecemos más al Pueblo Galego. Somos gentes pacientes, muy pacientes. Muchos nos tildan de conformistas. Otros de sabios.
Pero, en el error que no debe caer el Pueblo Andaluz es, tal y como avisaba Antonio Machado, en dejar que otros hagan política por ti. Andalucía está fuera del Congreso políticamente. Pese a lo que se quiera vender por parte del PSOE andaluz y del PP andaluz, Andalucía adolece de un Poder Politico propio, llámese nacionalista, regionalista o, sencillamente, andalucista. Y eso se nota. Basta ver lo conseguido en los últimos tiempos por catalanes y vascos, valencianos, gallegos, cántabros y aragoneses. Todo por tener una representación en el Congreso que sencillamente pide y exige para ellos.
Volviendo al Pueblo Galego, ¿quién puede discutir la consolidación del proyecto nacional del BNG? Frente a esto, ¿dónde está el proyecto regionalista o nacionalista, o simplemente andalucista en Andalucía? Sencillamente perdido en corrientes fragmentadas, donde sólo Adelante Andalucía a nivel autonómico o Andalucía por Sí a nivel municipal consiguen una representación mínima. Un reflejo de la falta de confianza del Pueblo Andaluz en ellos.

Claramente, Andalucía no tiene esa representación en el Congreso, a pesar de la ironía de que posee más parlamentarios que ninguna otra autonomía, con sus 61 diputados. Pero ninguno de carácter regionalista, nacionalista o andalucista.
¿Verdaderamente alguien puede creer que las reclamaciones del Sr. Moreno Bonilla continuarían al mismo nivel si en el gobierno central entrara en las próximas elecciones el Sr. Feijoo? ¿Y si las políticas del Sr. Feijoo no beneficiaran a Andalucía como ya pasó con las deplegadas por el Sr.Rajoy?
Andalucía, por la propia idiosincrasia del andaluz, no irá contra España. Pero tampoco eso es lo que pide un Andalucismo serio. Tampoco era eso lo que venía a pedir Blas Infante. ¿Quién entendería otra cosa si no al escuchar el Himno Nacional Andaluz que él mismo compuso y que clama ‘Sean Por Andalucía Libre, España y la Humanidad’?
¿Verdaderamente puede ‘ser’ una ‘Andalucía Libre’ al tiempo que ‘sea’ también una España? Él creía que sí.
Blas Infante era un visionario, que vio claramente como la estructura del Estado español requería de una reestructuración en una Confederación de Estados, un modelo, quizás similar al modelo alemán. Donde la convivencia de los diferentes estados permitiera esa ‘libertad de acción’ que los nacionalismos o regionalismos persiguen.
Hoy en día lo estamos comprobando. ¿Hacia dónde camina el Estado español? ¿Hacia dónde se dirige España?
Las periferias están reaccionando para demandar un reparto más justo de lo que hasta ahora se ha gestionado mal desde la centralidad del Estado, quizás, desde su dirección capitalina ensimismada en pasados gloriosos, o pasados dictatoriales más cercanos.
Una España plural no puede ser gestionada para que todo se decida en Madrid. Una España plural debe ceder poder para que verdaderamente cada Autonomía sea sencillamente eso, autónoma para garantizar la mejora de su población. Y ese Poder central debe conseguir armonizar esa solidaridad y ayudas entre Pueblos, reservándose ciertos Poderes del Estado. Sin embargo, si nos fijamos, las políticas centrales están consiguiendo todo lo contrario, confirmando una España de dos velocidades, que además cada vez está más enfrentada y crispada.
Todo debido a la falta de acuerdos claves por parte de los dos grandes partidos, que rehuyen una y otra vez la negociación entre sí, todo rodeado en cada momento del enfrentamiento más aférrimo, prefiriendo ignorar las necesidades de aquellos que les votan, y promoviendo pactos que en nada favorecen a sus propios votantes, por ejemplo, en suelo andaluz.

¿Quién puede hablar de un claro representante de las ideas de izquierdas, o de las ideas de la derecha, cuando en la realidad del día a día, las políticas desplegadas, al final, son tan similares?
Pero volviendo al motivo de este artículo, Andalucía puede ser la principal valedora de esta España, por el sentir de sus gentes, y la principal representante ante los ojos del mundo, por todo lo que aporta la Tradición y Cultura Andaluza. ¿Pero qué recibe a cambio Andalucía? ¿Por qué con esa ciega confianza en el Estado español y con sus recursos, Andalucía no está a la cabeza de la Economía española? ¿por qué está la última si analizamos los datos económicos por habitante?
Da que pensar, ¿verdad?
Si tan valedora de España es Andalucía, ¿por qué desde el gobierno central, independientemente de que gobierne PSOE o PP, se la posterga? ¿No debería al menos recibir una financiación acorde a su realidad poblacional? ¿Por qué ninguno de los dos grandes partidos se lo ha permitido?
Andalucía cede su arte, su cultura, su flamenco, sus caballos, su rica gastronomía, sus fiestas, sus poetas, su agricultura, sus nóbeles, para que España se venda al mundo. Ninguna otra autonomía puede presumir de eso. Ninguna.
Sin embargo, Andalucía es la postergada. Siempre la rezagada. Con la manida excusa de lo complejo de acabar con unos problemas estructurales que hoy en día no deberían existir.
Sí, el andaluz y la andaluza se sienten españoles. No conciben en general otra realidad. Pero , y España, ¿se siente andaluza para algo más que promocionarse en Ferias y Stands, regocijándose en lo puramente típico andaluz? ¿es para lo único que cuenta Andalucía en esta España?

Parece que para hacerse tomar en serio, en cualquiera de los foros, lo primero es comenzar a plantearse a qué aspira el Pueblo Andaluz como tal, como Pueblo y qué instrumentos debe crear para ello. ¿Qué es lo que queremos ser dentro de esta España? Porque según parece, queremos seguir dentro, ¿no? ¿Y queremos seguir dentro sin pintar nada en las decisiones generales que nos competen directamente?
El Sr. Moreno Bonilla parece haber cogido la bandera andaluza para defender los intereses… ¿de quién? Habla de una financiación justa para los andaluces y andaluzas.

¿Qué hizo el PP en los gobiernos de Aznar y de Rajoy por Andalucía? ¿Retiraron la injusta financiación para el Pueblo Andaluz? ¿acabaron con nuestros problemas estructurales? Y lo que es más grave, ¿qué están haciendo ahora para lograrlo desde el Gobierno Andaluz? Quizás se vende muy bien políticamente ciertos movimientos que luego quedan en agua de borrajas. ¿Para cuando se solicitará a Madrid la competencia de los caducos trenes andaluces?

Llevo 5 días entrando en la aplicación de Salud Responde. Me dice que no me puede dar cita médica, que lo intente en otro momento. Llamo al número del Ambulatorio, no me lo cogen. Llamo al número de Salud Responde. Me atiende una máquina. Me dice que ya gestionarán la cita desde mi ambulatorio, ese donde nadie me coge el teléfono. ¿Me lo creo?
Es un botón de muestra de cómo el Gobierno del Sr.Moreno Bonilla está arreglando los problemas andaluces.
¿Acaso es la hora de plantearse seriamente la creación de un Poder Político Andaluz, no para pedir utópicas independencias, sino para ostentar un Poder transformador del que nunca hemos dispuesto y alcanzar un desarrollo real más allá de la actitud meramente conformista de la contentación con lo estrictamente necesario?

¿Un Poder Andaluz para ponernos a la misma altura que otras Nacionalidades Históricas y, mirándolas frente a frente, como también mirando al Gobierno Central en Madrid, defender nuestros intereses?
¿Qué necesitan las andaluzas y andaluces para darse cuenta de que Andalucía está huérfana de un ‘Poder’ que la defienda, un ‘Poder’ que vaya más allá de la mera rivalidad partidista de PP y PSOE, de PSOE y PP?
¿De verdad pensáis que no hay alternativa? ¿Miramos a Compromís, BNG, ERC, Junts, PNV, Bildu, Partido Aragonés,…? ¿Hacemos sumario de lo que han conseguido en todo este tiempo en el que Andalucía ha creído que votar a los partidos con sede en Madrid era lo correcto? ¿Hacemos recuento de las infraestructuras logradas y de las empresas industriales implantadas por ejemplo?
Independientemente de que seas de izquierdas o derechas, ¿no crees que un Poder Político más local, más cercano, más andaluz, puede diagnosticar y autoresolver mejor nuestros problemas, sin tener que pedirlo continuamente a un Gobierno Central que se encuentra a más de 500kms, asumiendo de este modo esa Autonomía que de momento no es tal? ¿y por supuesto exigiendo las competencias, actualmente no traspasadas, que para ello se requiere?
Los problemas andaluces no se arreglan en base al eje izquierda-derecha, o al eje PSOE-PP. La solución radica más bien en asumir de una vez que es precisa la creación de un eje Andalucismo-Centralismo.