¿Cuáles son los problemas de las andaluzas y andaluces?

Autor: Francisco José Cansino Díaz

Cuando introduces en el buscador de Google los términos ‘encuesta problemas andaluces’, aparece como primer resultado de la búsqueda la ‘Encuesta de la Realidad Social de Andalucía’ del Centro de Estudios Andaluces (CENTRA). Está bien que aparezca un organismo andaluz, dependiente de la Administración Andaluza, que se preocupa por este tema en la primera posición.

El matiz viene después, cuando al buscar el último estudio realizado por este organismo, aparece como fecha la de abril de 2018. Debe ser que desde 2018, las andaluzas y andaluces hemos dejado de tener problemas…

Eso sí, el CENTRA tiene un ‘Estudio Opinión Pública Capitales Andaluzas 2023’ Especial Elecciones Municipales. Claro, ¿habrá algo más importante que las elecciones?

De hecho, ahora lo estamos viviendo. Donde esté un buen enfrentamiento Sanchista-Feijooniano, salpimentado con esencia de Puigdemont, que se quite lo demás.

Que se quite el precio de la cesta de la compra, el precio de la gasolina o la subida de las hipotecas por el crecimiento del tipo de interés…

Seguimos buscando en internet.

Encontramos otras encuestas similares, publicadas por Europapress, asociadas al CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas),etc. Resulta curioso que en los resultados de búsqueda, a los términos indicados, recuerdo que son ‘encuesta problemas andaluces’, las encuestas que aparecen son asociadas a procesos electorales.

De manera que el seguimiento en nuestra Andalucía se reduce a la apertura de dichos procesos electorales, sólo entonces se enciende la bombilla de las y los políticos, de los ‘elegidos’, para analizar que van a poner en sus programas electorales respecto a los problemas que resultan de dichas encuestas. El resto del tiempo parece que no están muy al tanto de los mismos.

Bueno, ¿y qué problemas tienen las andaluzas y andaluces? Porque, al fin y al cabo, es interesante abrir una reflexión al respecto.

Fotografía fuente El Independiente

Como siempre, y de una manera recurrente, el paro en Andalucía es el mayor que se registra en toda la Unión Europea, y se convierte en el principal problema de las andaluzas y andaluces.  Según los datos difundidos por Eurostat, España encabeza el paro en la Unión Europea con una tasa del 11,7%, y la tasa de paro en Andalucía es del 18,1%.

Comparando con otras autonomías, la tasa de paro en Madrid es del 9.5%, en Cataluña es del 8.4%, en País Vasco es del 7,13%, en Valencia es del 12.20% y en Extremadura es de 17.05%.

O sea, que les ganamos a todas…,les ganamos en el perder.

Siempre hay una excusa política. Pero ni los unos ni los otros consiguen acabar con los problemas estructurales andaluces.

¿Qué más está preocupando actualmente a las andaluzas y andaluces?

Sin duda el encarecimiento de la cesta de la compra es un tema recurrente desde hace ya bastante tiempo.  Los precios prohibitivos están condicionando mucho las compras de las familias andaluzas.

El aceite de oliva, elemento fundamental y básico en la dieta andaluza, ha alcanzado su precio máximo, curiosamente justificado por la sequía que estamos viviendo y las bajas producciones. Sin embargo, cuando uno lo piensa, el aceite que se está vendiendo es el aceite almacenado de otros años, ya que la campaña de este año todavía no ha empezado.

¿Quién orquesta entonces esa subida generalizada y abusiva de precios? ¿quién controla entonces el mercado, porque está claro que no lo hace la curva de la oferta-demanda?

El descontrol de la inflación ha sido generalizado en todo el Estado Español, pero su efecto se ha dejado sentir especialmente en las autonomías con la renta per cápita menores, y ahí, por desgracia, Andalucía es protagonista.

Y claro, la solución que pone el BCE (Banco Central Europeo) para controlar una inflación (=subida de precios), a la que inicialmente no se le dio importancia, no es otra que la subida de tipos de interés. ¿Qué provoca eso? Pues provoca la subida del euribor, y con ello, el encarecimiento de las hipotecas de las familias.

De este modo, los sistemas de control financieros buscan frenar la subida de precios con la asfixia de la economía de las familias, dicho de un modo rudo y directo.

Un asunto también preocupante para las andaluzas y andaluces es el continuo deterioro de la Sanidad Pública. Al habitual descontrol de los gastos públicos, que suelen suponer una losa para el cumplimiento de los presupuestos en el Sector Público, sin duda las medidas que se han venido poniendo sobre la mesa desde el actual gobierno de la Junta de Andalucía no han contribuido a la mejora en la atención a la población andaluza. Realmente ha sido todo lo contrario.

Fotografía de fuente Diario de Almería.

Problemas informáticos, congestión asociada a la superación de una pandemia, ausencia de médicos y sanitarios para contratar y con ello aumentar las plantillas… Toda excusa es aprovechada al milímetro para justificar una gestión desastrosa donde conseguir cita médica presencial en un plazo razonable se convierte en ‘misión imposible’ incluso para el bueno de Tom Cruise.

Toda excusa es aprovechada para beneficiar indirectamente a la Sanidad Privada, la cual ha visto como su número de asegurados privados en Andalucía se ha incrementado un 53%, pasando en 2022 a un total de 1.886.108. Además, este avance en 2023 ha seguido creciendo ante el deterioro continuo de la Sanidad Pública.

Otra cifra a tener en cuenta fue el número de pacientes derivados a la sanidad privada desde la sanidad pública en el año 2022, con un número casi cinco veces superior a lo presupuestado, ya que se había previsto un número de 195.745 pacientes en presupuestos, y en realidad fueron desviados 905.625 personas.

De manera que cuando se habla que se está incrementando el presupuesto de la Sanidad Pública, en realidad se está encubriendo un incremento del coste que el mantenimiento y contratación de la Sanidad Privada supone para las arcas públicas.

Finalmente, también se habla de escasez de médicos, pero no se habla, sin embargo, de las condiciones laborales ofrecidas a esos facultativos, con contratos reiterativos de un mes o de dos meses, que difícilmente permiten una planificación de vida.

¿Soluciones? ¿Es una solución la elevada nota de corte exigida para cursar esta hermosa y necesaria carrera en las universidades andaluzas, que deja fuera a cientos de estudiantes de nuestra Andalucía?

Fotografía fuente La Voz del Sur.

El Consejo Andaluz de Colegios Médicos pone el dedo en la llaga cuando indica que es fundamental un incremento del número de plazas MIR: “Se necesitan más médicos tutores y un mayor incremento de la formación residente”.

Según los datos de este organismo, se han registrado 44.716 médicos colegiados en Andalucía en 2022, 1.701 más que el año anterior, si bien, el número de médicos en activos fue de 35.625 médicos en este año (Lo que significa que el 79.6% de los colegiados están activos). De los médicos activos andaluces, el 64% trabaja en la pública, el 25% lo hace en la privada y un 11% en sanidad mixta.

Y con estos datos, se concluye que hay un médico por cada 239 habitantes en Andalucía, independientemente de que el médico trabaje en la pública o la privada. El dato es inferior a la media española de unos 202 habitantes por médico, con autonomías que superan esta cifra, como Madrid, con 160 habitantes por cada facultativo, País Vasco, con 174 habitantes por cada médico o Aragón, con 175 habitantes por cada médico.

La lista de problemas que afectan a la sociedad andaluza no acaba aquí.

Junto a ellos, a los problemas ya citados, y no menos graves, se encuentran los de violencia de género, donde este año 2023 estamos sufriendo el más grave retroceso de la última década en los resultados de la lucha contra esta lacra, con 16 mujeres asesinadas en Andalucía en los meses transcurridos.

El problema de la falta de recursos dedicados a la dependencia, para una población que envejece progresivamente y que demanda estos servicios urgentemente.

El problema de la carencia de servicios públicos para familias con integrantes que requieren ayudas y atención especial, familias que ven como sus gastos se vuelven inasumibles cuando acuden a la privada para poder atender a sus seres queridos, siendo esta la única opción que les queda.

Si miramos al sector educativo, donde supuestamente también se aumenta la inversión por parte de la Junta de Andalucía, el cierre de líneas públicas se contrapone al mantenimiento de las líneas concertadas en la privada, la retirada de amianto de los elementos constructivos en los colegios andaluces se eterniza y la ausencia de la bioclimatización, de acuerdo a la ley aprobada, se maquilla con pinceladas que no llegan a ocultar las grandes necesidades de nuestros centros educativos.

Organización ‘Escuelas de Calor’ protesta frente al Parlamento de Andalucía. Fuente El Diario.

Efectivamente, Andalucía es muy grande, además es la autonomía más poblada, hay caldo de cultivo para muchos problemas, y si se tiene una mala gestión y se acompaña por una infra financiación pues se reúnen todos los condimentos necesarios.

La infra financiación de Andalucía ha supuesto la pérdida de más de mil millones anuales, según el actual gobierno del PP en la Junta de Andalucía. Infra financiación que se ha venido orquestando desde Madrid, desde los gobiernos centrales de PSOE y del propio PP.

Fotografía fuente Diario Público.

Sin duda, los problemas de las andaluzas y andaluces no se arreglan en dos días. Cada uno de ellos merece una atención detallada, para no sólo analizar sus causas, sino más bien, para encontrar soluciones, soluciones que por el momento siguen sin aparecer.

Fuentes: Redacción Médica ‘¿Cuáles son las zonas con más y menos médicos y enfermeras por habitante?(Guillermo Belinchón) / Cope (Europa Press): ‘El Consejo Andaluz de Colegios de Médicos alerta de la»falta» de especialistas y reclama el aumento de plazas MIR’.

 

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