Antonio Machado, tragedia de un poeta.

22 de febrero de 1939, a la edad de 64 años, Antonio Machado, maestro de poetas, tras su larga y dura marcha hasta el exilio, roto por el enfrentamiento con su hermano Manuel, tantas veces compañero de aventuras literarias y de bohemia, enfermo de bronconeumonía, y nostálgico de otros tiempos, fallece en Colliure (Francia).

«Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.»

El 22 de enero de 1939, junto a su madre, Ana, su hermano José, la esposa de éste, Matea y el también escritor Corpus Barga, había salido de Barcelona en coche. Empezaron un viaje de seis días. La carretera estaba llena de coches de personas que también tenían que huir del país. Cuando llegaron al municipio de Portbou, la frontera entre España y Francia estaba cerrada por orden del gobierno francés por lo que tuvieron que dejar el vehículo y seguir a pie. Corpus Barga se dirigió al comisario de policía y le explicó que Machado era para España lo que el escritor Paul Valéry era para Francia. El comisario les dejó cruzar la frontera. El 28 de enero la familia pudo coger un tren dirección a Collioure.

Paso de Le Perthus, frontera con Francia, 1939. Fotografía Diario El País.

Atrás quedaba un largo y triste camino, una huída forzada ante el avance de los golpistas fascistas que habían desencadenado una guerra cruel y llena de dolor. Una guerra que separó a hermanos de las mismas familias. Antonio lo sabía bien.

«Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino:
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.»

El más joven exponente de la conocida como ‘Generación del 98’ no sólo brilló sino que enseñó a brillar a toda una generación posterior, la ‘Generación del 27’, de la que fue incluso maestro, como en el caso del cántabro Gerardo Diego, que fue alumno suyo en ‘La Institución Libre de Ensañanza’. Gerardo diría de Antonio Machado que: «Hablaba en verso y vivía en poesía».

Su cuna fue Sevilla, y más de una vez, Triana, donde la familia materna tenía una confitería. Su madre, Ana Ruíz, nacida en Triana, si bien su padre era de Soria y su madre de Murcia, estaría especialmente vinculada a Antonio hasta el final, y su padre, también llamado Antonio (Antonio Machado Álvarez), nacido en Santiago de Compostela, y conocido por el seudónimo de ‘Demófilo’, era un abogado, periodista e investigador del folklore y la cultura andaluza, creador y director de la revista ‘El Folk-Lore Andaluz’. Éste se ganaría la enemistad de muchos por su carácter liberal y sus no pocas manifestaciones anticlericales.

Ana Ruíz y Antonio Machado Álvarez. Fotografía Web: Organizacióndemujeres.org

La familia marcha en 1883 de Sevilla para establecerse en Madrid, donde al abuelo de Antonio Machado había ganado una oposición a una cátedra en la Universidad Central de Madrid. De este modo, los niños tendrán acceso a los métodos pedagógicos de la ‘Institución Libre de Enseñanza’ (ILE), institución independiente de la Universidad Central de Madrid e impulsada por un grupo de catedráticos (entre ellos el malagueño Giner de los Ríos, intimo amigo del abuelo del poeta) que defendían la ‘libertad de cátedra’ y que se negaban a ajustar sus enseñanzas a dogmas oficiales en matería de religión, política o moral, creando así un establecimiento educativo privado laico.

Las penurias económicas forzarían a Antonio Machado padre a aceptar un puesto como abogado en San Juan de Puerto Rico en 1892, pero en lugar de regresar con fortuna, lo hizo con una tuberculosis fulminante que acabó con su vida en 1893. Unos años más tarde, también fallecería el abuelo.

Antonio Machado, en primer término, con Manuel Machado situado tras él.

Paralelamente al estudio y crecimiento formativo, Antonio, de la mano de Manuel, que era el mayor, conocen la vida bohemia e intelectual en Madrid, luego vendría París. Nombres como los de Valle-Inclán, Sawa, Antonio Vico, Calvo Agosti, Zayas, Villaespesa, Pío Baroja, Oscar Wilde, Jean Moreas o Paul Verlaine pasan por la vida de los hermanos Machado. Son años de alternancia con la cúpula del movimiento literario del ‘modernismo’.

En el regreso a Madrid, retoman el contacto con Francisco Villaespesa, también poeta, dramaturgo y narrador del modernismo, Antonio conocerá a Rubén Dario, gracias a que Manuel se lo presenta, y también conocen a un joven de Moguer, que llegará a ser galardonado con el premio Nobel de Literatura en 1956, Juan Ramón Jiménez. A Lorca lo conocería más tarde, en el año 1916.

De izquierda a derecha, Federico García Lorca, Zenobia Camprubí, Isabel García Lorca, Emilia Llanos, Juan Ramón Jiménez y Concha García Lorca. Fotografía reproducida en el Diario El Mundo.

Entre los años 1892-1902, se forja el primer libro de Antonio Machado, ‘Soledades’.

Luego vendría la plaza como profesor en el instituto de la capital de Soria en el año 1907. Había tenido la oportunidad de volver a Andalucía, pues una de las plazas que pudo escoger fue Baeza, sin embargo, prefirió permanecer en Castilla, más cerca de Madrid.

Y el caso es que el destino quiso que ese mismo año, y en Soria, Antonio conociera al amor de su vida, Leonor Izquierdo, hija mayor de la pareja que regentaba la nueva pensión donde comenzó a alojarse. La diferencia de edad, Antonio contaba con 34 años y Leonor tan solo 15, no fue obstáculo para la pareja cuajara. Leonor se enamoró de Antonio y de su obra con toda la pasión de su mayor juventud. Esperaron hasta que ella tuvo la edad para poder casarse y finalmente celebraron su enlace.

Leonor Izquierdo- Fotografía Wikipedia.

Pero la felicidad duró poco. En 1911, cuando el matrimonio iba a partir hacia la Bretaña francesa de vacaciones, Leonor sufrió una hemoptisis y fue ingresada. Los médicos nada pudieron hacer contra la tuberculosis que le afectaba y, pese a las recomendaciones sanitarias, el gran amor de Antonio fallece el agosto del 1912. Antes había visto publicada Campos de Castilla, la gran obra de Antonio Machado cuya creación había vivido y sentido con todo su amor por el poeta y sus poemas.

Antonio, desolado, pide el traslado a Madrid, pero la única plaza disponible es Baeza.

Por carta declara a Unamuno:

«La muerte de mi mujer dejó mi espíritu desgarrado. Mi mujer era una criaturita angelical, segada por la muerte cruelmente. Yo tenía adoración por ella; pero sobre el amor está la piedad. Yo hubiera mil veces morime a verla morir, hubiera dado mil vidas por la suya. No creo que haya nada extraordinario en este sentimiento mío. Algo inmortal hay en nosotros que quisiera morir con lo que se muere.»

El escritor estuvo 7 años en Baeza. En esa misma carta que escribe a Unamuno en 1913 le habla de la vida en Baeza:

«Esta Baeza, que llaman la Salamanca andaluza, tiene un Instituto, un Seminario, una Escuela de Artes, varios colegios de Segunda Enseñanza, y apenas sabe leer un treinta por ciento de la población. No hay más que una librería donde se venden tarjetas postales, devocionarios y periódicos clericales y pornográficos. Es la comarca más rica de Jaén, y la ciudad está poblada de mendigos y de señoritos arruinados en la ruleta…Una población rural, encanallada por la Iglesia y completamente huera. Por lo demás, el hombre del campo trabaja y sufre resignado o emigra en condiciones tan lamentables que equivalen al suicidio.»

Tras estudiar la licenciatura en Filosofía y Letras y posteriormente el doctorado, pide el traslado a Segovia. Antonio marcha de Baeza en 1919.

Luego de Segovia, sí le sería concedida una Cátedra en Madrid, sería en octubre de 1931. Así se instala en la capital con su madre, su hermano José, la mujer de éste y sus hijas.

Tras el estallido del golpe de estado (1936), y la posterior Guerra Civil, las publicaciones y actos de Antonio Machado se multiplicarían del lado de la República. Rafael Alberti y León Felipe le convencen tras insistirle en que debía marchar y trasladarse a zonas más seguras. De este modo, el inicio de su marcha pasará por Valencia, donde asiste al II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, luego marchará a Barcelona y finalmente el exilio a Francia.

Congreso de los intelectuales en Defensa de la Cultura- Fotografía Wikipedia.

Volviendo al ambiente donde se criaron los Machado, siempre fue un entorno donde se prodigaban los ideales republicanos, que buscaron ser consolidados con la asistencia a la ILE de los hijos de la familia, tal y como hemos indicado. Manuel y Antonio mantuvieron una relación asociativa donde cada uno, desde su parcela literaria buscaba destacar, pero creando una competencia sana entre sus obras, moviéndose además en los mismos círculos modernistas.

Ambos ‘dialogaban’ tan bien, que escriben a cuatro manos obras de teatro y retan a sus amigos a que identifiquen qué fragmentos había escrito uno y cual otro.

Manuel era más sociable, Antonio más introvertido. Manuel, más carismático, algo mujeriego y vividor, Antonio era el niño mimado de su madre, y posiblememente más querido y mimado por su familia. Pero ambos eran hijos de ‘Demófilo’, el gran recopilador de coplas populares andaluzas.

Algunos expertos señalan ‘Campos de Castilla’ como el punto donde la obra de Antonio comienza a ser más valorada, si bien, la obra de Manuel también fue importante.

Pero nada podía hacer presagiar que pese a los malos momentos vividos por la familia Machado, pese a haber pasado situaciones críticas desde el punto de vista económico, una nueva tormenta, una tormenta terrible conseguiría romper su familia y sus lazos más fuertes.

La unión entre Antonio y Manuel se rompe con el estallido del Golpe de Estado fascista – Fotografía diario El Español.

Manuel había hecho gala siempre de sus ideas abiertas y de progreso social, había escrito unos versos para el borrador del himno de la II República con música de Óscar Esplá, que leyó en el Ateneo de Madrid, tan solo 12 días después de que su hermano Antonio izara la bandera republicana en el balcón del Ayuntamiento de Segovia , incluso había sido militante en la Asociación de amigos de la Unión Soviética.

¿Qué le hizo cambiar?

Manuel y su mujer, Eulalia Cáceres, son sorprendidos por las tropas franquistas en Burgos, resultándoles imposible partir hacia Madrid. Es cierto que el mayor de los Machado hacía tiempo que se debatía en una postura que ni era partidaria de la ‘Dictadura del Capital’ ni tampoco de la ‘Dictadura del Proletariado’, ya que simplemente no se sentía atraido por ninguna de ellas.

En Burgos, es detenido y llevado a prisión. A sus 62 años presencia cosas que le hacen ver que su vida licenciosa se había acabado con aquel nuevo régimen, si es que conseguía escapar vivo, ya que dada su tibieza política y su pasado ideológico, le resultaría difícil esquivar la muerte, debió pensar. Tenía constancia de la gravedad de lo que estaba pasando. De lo que le estaba ocurriendo a tantos intelectuales como él. Sabía que en agosto del 36 habían asesinado a Lorca.

EL CRIMEN

Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas, de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
-sangre en la frente y plomo en las entrañas-.
…Que fue en Granada el crimen sabed -¡pobre Granada-, en su Granada…

-Antonio Machado, fragmento del Poema a Federico ‘El Crimen fue en Granada’-

Manuel tenía que escoger. O pronunciarse en el bando republicano y asumir las consecuencias, probablemente la muerte y el ensañamiento contra su mujer, o decantarse por el lado fascista y salvarse a sí mismo y a ella.

Manuel decide lo segundo. Las oraciones primero escritas a Jose Antonio Primo de Rivera, y las loas a Franco después, entre otras cosas, le hacen convertirse en uno de los poetas del régimen. Pasaría a ser considerado un intelectual del régimen, un buen aliado de Franco y por ello sería colmado de honores y nombrado académico. Muchas fuentes hablan de que la actuación de Manuel fue puro acto de supervivencia natural.

Manuel Machado

Llegando a Colliure, la madre de Antonio Machado le pregunta que si faltaba mucho para llegar a Sevilla. Ni ella ni Antonio volverían a pisar la ciudad de la Giralda. Tras la muerte de Antonio, a los tres días, falleció Ana Ruíz, su madre.

Antonio Machado

Manuel, que tras su elección sólo seguía la actividad de su hermano por lo que leía en prensa, se entera de su muerte precisamente repasando la prensa francesa. Aún sabiendo que no llegará al entierro, atraviesa un país en guerra y marcha aquejado de bronquitis. Llegará a Colliure y pasará dos días sin salir del cementerio.

Algunas fuentes señalan que en los poemas inéditos de Manuel, escritos poco antes de su muerte, se percibe culpa, vergüenza y dolor. En ello proclamaba a Antonio como ‘el mejor poeta de España’.

Recientemente, el escritor cordobés Joaquín Pérez Azaústre recrea el viaje de Manuel Machado desde Burgos a Colliure al recibir la noticia de la muerte de su hermano en su libro ‘El querido hermano’.

Hay una conversación en la que Manuel dice a Antonio que va a dejar la poesía, por estar demasiado circunscrita al modernismo, mientras que la suya no tiene edad. A esto Antonio le responde que ninguna poesía tiene edad si es verdaderamente poesía, ‘y la tuya lo es’.

«Todo pasa y todo queda;
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.»

Antonio Machado

Fuentes: RTVE: Imprescindibles: El Camino al exilio de Antonio Machado / Artículo: «La ‘traición’ de Manuel a Antonio Machado: por qué nunca se perdonó pasarse al lado de Franco»-Lorena G.Maldonado, Diario El Español / ‘El querido hermano’: el lado menos conocido de Manuel Machado – Alejandro Luque, ‘El Diario’ / Web: Organizacióndemujeres.org / Web: redciudadesmachadianas.org / Cartas de Antonio Machado a Miguel de Unamuno / Wikipedia.

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