La herida abierta

Aquellas emigraciones andaluzas que fueron motivadas por la escasez de oportunidades en Andalucía durante los años de la posguerra, los 60 o los 70, aquellas de las que nos hablaban nuestros mayores, parecían cosas de otros tiempos…

Pero lastimosamente, hoy, en pleno siglo XXI, la herida sigue abierta. El fluir de andaluzas y andaluces fuera de nuestro territorio sigue siendo una constante. En la Peña la Gata de andaluzas y andaluces en Madrid lo saben bien (foto de portada).

Emigrantes andaluces

Los estudios de los que disponemos en Andalucía nos remiten al año 2020. En ese año, se produjeron 89.636 salidas en Andalucía. Según una estimación del Instituto de Estadística y Cartografía, de esas salidas, más de 38.000 fueron hacia el extranjero y el resto, algo más de 51.000 fueron a otras autonomías del Estado español.

¿Por qué se van las andaluzas y andaluces de Andalucía? ¿Verdaderamente no es uno de los mejores sitios para vivir? ¿Qué empuja a las mujeres y hombres de nuestro municipios a dejar atrás sus raíces?

María José Durán, dentro del capítulo de ‘Andaluces Emigraos’ en el periódico ‘El Diario’, nos contaba el pasado 14 de marzo de este año 2024 el porqué de su salida:

“¿Por qué hemos sacrificado todo lo que uno puede tener en Andalucía? El Estado del Bienestar (en decadencia) con su sistema de salud público y (cada vez menos) gratuito. La seguridad con la que se vive. El carácter de la gente, el clima (cambiante, a más caluroso y menos soportable.”

Ella misma nos cuenta cómo, según datos del propio Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, en enero del año 2022, el 16,9% de las personas nacidas en Andalucía residen fuera del territorio andaluz.

Como ya comentábamos en artículos anteriores, la mayor parte del territorio andaluz se encuentra sin habitar. Nuestros pueblos, aunque en menor medida que en otros territorios, sufren el efecto de la despoblación día tras día.

¿Por qué? ¿Qué empuja a las andaluzas y andaluces a abandonar ‘su tierra’?

“Los que nos hemos ido lo hemos hecho porque no queríamos trabajar en la hostelería, la construcción o limpiando casas. Porque habiendo estudiado carreras, queríamos usar ese conocimiento y poner en práctica esos sueños que una vez nos dijeron que podríamos llegar a donde quisiéramos”- comenta María José en la cabecera de su artículo.

¿A cuántas o cuántos artistas o personajes del mundo de nuestra cultura, ciencia, medicina, etc, habéis visto marchar a Madrid o Barcelona, dejando atrás Andalucía?

¿A cuántas  trabajadoras? ¿a cuántos profesionales? ¿Qué cantidad ingente de personas abandona su tierra natal andaluza para buscar una oportunidad de desarrollarse, de poder poner en práctica su profesión, su formación? ¿Quién se aprovecha de ese flujo de migración andaluza, de ese capital humano que una vez formado y preparado en nuestra Andalucía es, sin embargo, empleado en otros territorios que se benefician de esta coyuntura?

A la falta de oportunidades se une la falta de medidas coherentes para los llamados ‘emprendedores’ o ‘emprendedoras’.

Más que apoyos, normalmente vendidos a bombo y platillo y que a la hora de la verdad se quedan en ‘nada’, habría que exigir el que simplemente esas personas emprendedoras puedan ‘respirar’ mientras su negocio se afianza y llega a producir beneficios. El acoso tributario y los pagos de cuotas para la persona que busca echar a andar un negocio es simplemente asfixiante, ‘torpedeando’ directamente en la línea de flotación de la incipiente empresa o cooperativa.

Por otro lado, ¿cómo alguien que nunca a emprendido absolutamente nada puede ayudar a emprender, puede ayudar a la emprendedora o emprendedor?

Según datos del INE, en Andalucía, en 2021, se crearon 55.881 empresas (10.1%), mientras que se destruyeron 42.583 (7.7%). Prácticamente lo que se crea por un lado, se destruye por otro. Y tened en cuenta que el cierre de empresas pocas veces no es traumático, por el coste económico que conlleva para la persona que ha arriesgado su patrimonio, ahorros o paro, con la esperanza de ver crecer su propio negocio.

Mujeres de una Cooperativa Andaluza. Fotografía diario ABC.

A las cuotas y tributos, hay que sumar los costes financieros que normalmente acompañan a la fuente de recursos de los negocios andaluces.

Pero volvamos a la emigración. Casi 100.000 andaluzas y andaluces que salen al año de Andalucía buscando oportunidades. Falta de trabajo estable, falta de oferta de vivienda, falta de servicios, una Sanidad Pública tan deteriorada, una bolsa de la compra tan imposible,…

Somos Europa, pero no somos Europa.

Pero es que dentro de España, somos España, pero no somos España. ¿Por qué nuestra gente tiene que salir a buscar oportunidades en otras autonomías? ¿Acaso no es Andalucía una de las autonomías más ricas, o la que más? ¿por qué la explotación de nuestros recursos no genera una diversificación de oportunidades en nuestra Autonomía Andaluza? ¿dónde se reinvierten esos beneficios empresariales? ¿dónde tributan esas grandes empresas?

¿Por qué se sigue esperando desde el núcleo político andaluz a que vengan los de fuera a ‘arreglarnos’ los problemas, cuando todas y todos sabemos que ninguna empresa es una ONG?

Siendo una de las autonomías con una biodiversidad más ricas, ¿por qué nuestras biólogas no encuentran empleo cuando acaban su carrera?

Si hay déficit de médicos y médicas en el sistema público, ¿cómo se permite que salgan profesionales a otras autonomías, simplemente porque reciben mejores ofertas económicas y de mayor estabilidad?

¿Por qué nuestras y nuestros ingenieros no encuentran plantas industriales donde desarrollar sus vidas profesionales?

¿Por qué nuestro núcleo cultural en lugar de crecer y germinar en suelo andaluz, debe emigrar a las grandes ciudades de otras autonomías para desarrollar sus carreras artíticas y culturales? ¿qué se necesita para cambiar esa tendencia? ¿por qué ocurre?

Porque, no nos engañemos, si esas personas notables permanecen en Andalucía, la riqueza que generan, y las oportunidades que se producen en su entorno, permanecen aquí, en suelo andaluz.

Llevamos años de Democracia. Llevamos años de Autonomía. Pero seguimos siendo los últimos de Europa en la mayoría de las estadísticas. Sin lugar a dudas, y pese al desarrollo real vivido, Andalucía no ha cerrado la herida. Nuestros políticos y políticas no han sido hasta ahora capaces de poner las bases para impulsar un desarrollo que verdaderamente sea capaz de frenar la fuga de capital humano, personas cualificadas y con un potencial enorme que ofrecer como retorno a su sociedad.

Y claro, ponerlo todo en manos de los pequeños emprendedores que ‘ahogados en pagos’ buscan simplemente sobrevivir, salvo contadas excepciones…

Pero nadie pone el cascabel al gato entre todas esas y esos que pueblan nuestro Parlamento Andaluz. Mucha algarabía ratonil, pero pocas ratonas o ratones valientes que se enfrenten al reto gatuno, al reto de transformar los cimientos de una Andalucía coja y renqueante, ‘expoliada’ por poderes externos, a quienes bien poco le importa que esa ‘herida’ siga abierta, que el flujo de andaluzas y andaluces al exterior continúe, que la mano de obra barata, esta vez cualificada, siga siendo aprovechado fuera de Andalucía.

Desde aquí, un último llamamiento a cualquier navegante de lecturas al que pueda llegar este artículo. Si tienes la oportunidad de salir del territorio andaluz para desarrollar tus proyectos vitales, pero también encuentras la forma, el resquicio de quedarte, por favor, no lo dudes,… quédate, ayúdanos a crecer con tus ideas, tus conocimientos, tu saber hacer…

Seguramente aquí todo te costará más, todo será más difícil y complejo, pero Andalucía, al fin y al cabo, te necesita. No te des por vencida o vencido. Vamos a ver si entre todas y todos conseguimos cerrar de una vez esa herida aún sangrante, aún abierta.

Fuentes: Fotografía de Portada: Peña la Gata de Madrid, de apoyo a andaluzas y andaluces emigrantes, Diario La Razón.

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